Una muerte violenta es difícil de asimilar y causa inmenso dolor

  • Gabriela Hurtado platicó sobre las consecuencias psicológicas que enfrenta los familiares

Tijuana, B. C., a 16 de octubre de 2022.- Una muerte violenta genera consecuencias psicológicas que serán difíciles de superar y causan un inmenso dolor en los familiares que enfrentan este tipo de pérdidas, señaló la terapeuta Gabriela Hurtado Sinohui, al precisar que la tanatología cumple con una importante labor en el abordaje terapéutico en familiares que sufren la muerte violenta de un ser querido.

Al participar la psicóloga Gabriela Hurtado en el espacio de Vida Universitaria con estudiantes de las Licenciaturas en Ciencias Forenses y en Derecho de la Universidad de Tijuana CUT, impartió la Conferencia «La Tanatología en la intervención de familiares de víctimas de muerte violentas», invitada por la Coordinadora Académica de ambas carreras, la maestra Dorty Guadalupe García Cárdenas.

Las pérdidas afectan de manera general al ser humano sostuvo la maestra en Tanatología luego de mencionar que la violencia magnifica el impacto, el sistema familiar se ve afectado lo mismo que sus relaciones sociales.

El shock que genera una escena del crimen marca la vida de los familiares directos, el hecho de imaginar las condiciones traumáticas que enfrentó su ser querido, son pensamientos que en muchas ocasione los llevan a estancarse en alguna de las etapas del proceso del duelo, lo que puede convertirse en un duelo patológico.

“El duelo patológico es como una enfermedad, es algo que no está equilibrado, es un duelo que nunca termina, que nunca sana, que no se perdona ni se supera”, mencionó Gabriela Hurtado al enfatizar que nadie merece enfrentar este tipo de dolor, “por eso nos abocamos a la labor en psicoterapia para trabajar con este tipo de pérdidas”.

En el caso de personas que fueron agredidas, violentadas, asesinadas o sufrieron de un “levantón”, resulta agobiante para el doliente imaginar las condiciones de muerte; en este sentido, los rituales funerarios son la oportunidad de salir de la negación y externar ese dolor.

“Trabajamos con las emociones de los dolientes, de los familiares, incluso, de los hijos menores de edad que tienen la misma necesidad de sanar la pérdida”, destacó.

En algunos casos, la muerte violenta se relaciona con la desaparición de una persona y sus familiares no lo pueden velar porque su cuerpo nunca fue encontrado. Este factor debe ser tomado en cuenta durante el proceso terapéutico para aplicar las herramientas adecuadas que ayuden al doliente a sacar esas emociones y facilitar su carga de dolor.

Explicó que resulta traumático recibir la noticia de una muerte violenta porque no se logra asimilar la situación, hay quienes incluso no tienen oportunidad ni de sentir ni de llorar la pérdida del ser amado, pues aunado a este dolor enfrentan también lo que se conoce como muerte social, al negarles el derecho de experimentar sus sentimientos al ser juzgada las condiciones del fallecido.

Al recordar el caso Debanhi Escobar, Hurtado Sinohui cuestionó a los estudiantes si ellos creían que esta jovencita había hecho algo para que le pasara todo lo que le sucedió, y lo duro que fue para sus padres tener que enterarse de todo lo que se decía de su hija y de las condiciones de su muerte. Este caso es un claro ejemplo de “cómo a veces tendemos a asumir cosas y a decir cosas muy lastimosas socialmente hablando”.

Reitero que los tanatólogos trabajan con las emociones para ayudar a los dolientes a salir de la pérdida, por lo que al compartir esta información con los estudiantes de Ciencias Forenses y Derecho les permite entender un poco más la situación tan compleja que enfrentan los familiares que han perdido un ser querido de manera violenta, para que la víctima al enfrentar estos procesos legales y jurídicos reciba un trato digno y se desenvuelven profesionalmente con empatía.

El trabajo del psicólogo o tanatólogo es procurar que en un menor tiempo la persona que sufre encuentre un balance, que la persona que está atravesando por un dolor encuentre paz, tranquilidad y salud mental, finalizó la conferencia Gabriela Hurtado, a quien se le hizo entrega de un reconocimiento por parte de la maestra Dorty García, Coordinadora Académica de las Licenciaturas en Ciencias Forenses y en Derecho, en agradecimiento por compartir su experiencia y conocimiento con la comunidad estudiantil de la Universidad de Tijuana.

Cabe mencionar que Gabriela Hurtado es egresada de la Licenciatura en Psicología del CUT Universidad, Campus Altamira. Parte de su carrera profesional, la ha dedicado en el campo de la planeación del diseño de programas curriculares, dirección y gestión educativa, así como en la labor docente en educación superior. Estudió las Maestrías en Educación y en Tanatología, es socia fundadora y presidenta de la asociación Lazos que Unen, dedicada a la prevención y atención de personas diagnosticadas con cáncer. Cuenta con más de quince años de experiencia en psicología clínica, instructora de cursos, talleres y conferencias; participa en programas de radio y televisión en el puerto de Ensenada, espacios en los que aborda temas relacionados con la salud emocional y las buenas relaciones. Actualmente, se dedica a la consulta psicológica y tanatológica.

Redacción: Vanessa Berenice Reséndiz Aguiñiga, estudiante de 10mo cuatrimestre de Comunicación y Publicidad, turno empresarial.