Termina la 3ra Jornada de Nutrición con gran éxito de convocatoria

Tijuana, B. C., a 22 de octubre de 2022.- Con el tema Manejo Integral de la Obesidad, en la Jornada de Nutrición se han repasado las últimas novedades y la evidencia científica más reciente sobre obesidad y nutrición. La coordinadora de la Licenciatura en Nutrición y Dietética de la Universidad de Tijuana, Dalia Lizeth Villanazul Gastélum, destacó la importancia de seguir fomentando entre la comunidad estudiantil, y la población en general, los buenos hábitos alimentarios.

En este encuentro académico se presentaron diferentes temas de gran trascendencia en la alimentación con relación a la obesidad como el síndrome metabólico, impacto de la microbiota, psicología de la obesidad, impacto de la actividad física, evaluación del estado nutricio en pacientes con obesidad, genética en obesidad, obesidad en geriatría y lactancia como factor protector contra obesidad infantil.

Al concluir cada Conferencia y Taller se hizo entrega de reconocimientos a los expositores por su contribución en la educación y la formación integral de la comunidad estudiantil de la carrera de Nutrición y Dietética de los Campus Altamira y Oriente, actividades que se desarrollaron los días 21 y 22 de octubre en el Salón de Usos Múltiples del CUT Universidad.

En la inauguración de las actividades de la Jornada de Nutrición, el maestro Jesús Ruiz Barraza, Rector del Sistema CUT Universidad de Tijuana, ante un concurrido grupo de estudiantes de Nutrición y Dietética de los Campus Altamira y Oriente, así como docentes y directivos de la institución, los felicitó por interés y entusiasmo de participar en esta actividad en la que participan destacados ponentes que compartirán sus conocimientos y experiencias en las diferentes áreas relacionadas con la alimentación balanceada.

“Es fundamental que los estudiantes entiendan que más allá de las clases con sus profesores, está el tiempo de la práctica, de la lectura de revistas especializadas en alimentación saludable, en nuevos inventos, hay que estarse cultivando. La Universidad siempre va más allá de las aulas, quien quiera conformarse exclusivamente con lo que aprende en el salón va a terminar con buenas calificaciones, pero hay un mundo de conocimiento que adquirir por fuera”, resaltó el Rector en su mensaje ante estudiantes y docentes de la carrera en Nutrición y Dietética.

Por su parte, Lizeth Villanazul explicó que el tema «Manejo integral de la obesidad» se eligió para la tercera edición de la Jornada porque, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, desde 1975, la obesidad casi se ha triplicado en todo el mundo, por lo que se le considera un problema de salud pública desde ese momento.

De acuerdo con la Federación Mundial de la Obesidad se predice que mil millones de personas en todo el mundo, incluidas 1 de cada 5 mujeres y 1 de cada 7 hombres, vivirán con obesidad para 2030. “Hagamos cuentas, no falta mucho para ello”, indicó la especialista en Nutrición.

En el caso de México, de acuerdo con el Instituto Nacional de Salud Pública, el sobrepeso y la obesidad se han convertido en una epidemia que afecta a 1 de cada 3 adolescentes y niños, así como a 7 de cada 10 adultos, sostuvo Villanazul Gastélum al precisar que, como futuros nutriólogos y promotores de la salud, debemos conocer cómo prevenir, controlar y otorgar un adecuado tratamiento a las personas que viven o que están en riesgo de padecer obesidad.

“La obesidad impacta negativamente la calidad de vida de quienes la padecen y, además, representa una carga muy significativa para el sector salud”, mencionó la coordinadora Académica de la carrera de Nutrición y Dietética.

Innumerables estudios han probado su vínculo directo con enfermedades crónicas como la diabetes, la hipertensión y otros padecimientos cardiovasculares, que hoy representan algunas de las principales causas de morbilidad y mortalidad de los mexicanos.

De ahí que en esta tercera Jornada de Nutrición se abordaron distintas áreas relacionadas con el sobrepeso y la obesidad, también se incluyó un espacio donde los estudiantes pusieron en práctica el conocimiento otorgado por los ponentes al participar en los distintos talleres que se incluyeron en el programa académico.

El tema «Nutrición y Síndrome Metabólico» estuvo a cargo de la maestra Liliana Isabel Pacheco Bufanda, quien comentó que la obesidad no se relaciona exclusivamente con la ingesta calórica, sino que influyen distintos aspectos de la vida de las personas con sobrepeso u obesidad o en síndrome metabólico.

Explicó que el síndrome metabólico forma un grupo de desregulaciones que van desde la resistencia a la insulina, hipertensión, intolerancia a la glucosa e inflamación, todos estos factores someten al paciente a tener una reacción en el sistema inmunológico por lo que corre un alto riesgo de padecer diabetes tipo dos, enfermedad arterial coronaria y cardiovascular, que son la principal causa de mortandad.

Con el COVID-19 aumentó el número de años de vida saludable perdidos de acuerdo con el Instituto Mexicano en Salud Pública.  Si bien es cierto que, a raíz de las investigaciones en métodos de diagnóstico y farmacología, la vida de las personas se pudo alargar con trasplantes renales y al intervenir con algunos métodos de detección en determinadas infecciones, las condiciones generadas por la pandemia provocó una disminución en la calidad de vida.

El interés por identificar los criterios diagnósticos en el síndrome metabólico es estudiado por asociaciones y colegios especializados, algunos de ellos consideran medir la insulina, la glucemia, la dislipemia heterogénea y el diámetro abdominal, incluso la Organización Mundial de la Salud considera como criterio diagnóstico la disminución de la capacidad de glucosa en condiciones euglicémicas con hiperinsulinemia.

La condición euglicémica significa que la glucosa sigue estando normal dada la concentración elevada de insulina, pero cuando el paciente presenta obesidad abdominal, se observa acantosis. Ante este cuadro, se cuestiona si el paciente es sano o no está enfermo.

“No vamos a confiar en esa auglicemia porque estamos viendo que, aunque tenga glucosa normal, es una paciente que puede estar ya cursando con síndrome metabólico”, destacó Liliana Pacheco al precisar que su glucosa normal se debe a que el páncreas responde por la producción de insulina.

Por el contrario, explicó que cuando las células beta pancreáticas empiecen a disminuir y no respondan adecuadamente, hasta entonces se detectará que hay una alteración de glucosa, una glucosa de ayuno anormal o en una glucosa al azar que salga también anormal. “Al disminuir la respuesta pancreática, hasta entonces ya le detectaron diabetes al paciente”.

Resaltó que previo a esto se puede realizar el diagnóstico para retrasar la aparición de la diabetes tipo dos, lo que significa que también se podrán evitar todas las complicaciones asociadas a la diabetes y, en general, al síndrome metabólico. “Prevenirla es bastante complicado porque se tienen aspectos genéticos que influyen en el paciente, entre muchas otras condiciones asociadas”.

La especialista en Nutrición Clínica enfatizó que la obesidad puede considerarse como el problema de salud pública principal a que se enfrenta la población mexicana en la actualidad, dada la prevalencia, sus consecuencias y su asociación con las principales causas de mortalidad.

En este sentido, la salud pública juega un papel fundamental tanto en la identificación de factores determinantes y sus posibles soluciones como en la implementación de medidas poblacionales para su control y la evaluación de su eficacia.

De acuerdo con encuestas nacionales sobre salud y nutrición, desde 1998 a 2020 se registra una prevalencia elevada de sobrepeso y obesidad en México. Aunque aparentemente, en 2018 hubo una disminución, se observa un 8.4 por ciento de elevación para 2020, y, desafortunadamente, Baja California sale liderando las estadísticas de sobrepeso y obesidad. “Así andamos los de Baja California con este problema enorme”.

Es necesario identificar con precisión los factores determinantes que contribuyen al problema, tales como el acceso a alimentos saludables, entornos que fomenten la actividad física y el conocimiento de la población para el autocuidado; pero también es indispensable la capacitación adecuada del sector médico para contribuir al control de la obesidad y el sobrepeso.

Con apoyo en la redacción de Vanessa Berenice Reséndiz Aguiñiga, estudiante de 10mo cuatrimestre de Comunicación y Publicidad, turno empresarial.