México debe asumir una negociación más enérgica con EU: Jesús Ruiz Barraza
- Es necesario implementar un cambio para de una vez abrir la frontera
Tijuana, B. C., a 21 de octubre de 2020.- El gobierno mexicano debe asumir una política de negociación más enérgica con Estados Unidos, planteó el maestro Jesús Ruiz Barraza, Rector de la Universidad de Tijuana CUT, tras calificar esta actitud como una falla en la gestión de México con el vecino país del norte por lo que considera necesario que se implemente de inmediato un cambio para que dé una buena vez se abra la frontera.
“Nunca en la historia se había impedido el paso de los mexicanos a Estados Unidos”, expuso el también historiador, en el marco del Seminario Virtual Relaciones Transfronterizas, Cooperación Internacional y Financiamiento, organizado por la Universidad de Tijuana, con la participación de destacados especialistas en las áreas de discusión, durante el espacio de Vida Universitaria con estudiantes de la Licenciaturas en Comercio Exterior y Legislación Aduanera.
El Rector del Sistema CUT mencionó que el tema del Seminario Virtual es delicado no sólo porque tiene relación con el problema específicos del comercio y el tránsito de personas entre ambas fronteras, sino que también tiene relevancia en el aspecto del intercambio cultural.
“La situación de nuestra frontera con Tijuana, Tecate y Mexicali es vital en un proceso permanente de transculturización. Recibimos la influencia de la cultura norteamericana pero también nosotros transitamos con nuestra cultura así Estados Unidos”, señaló el académico tras apuntar que la presencia latina y en particular la mexicana, es esencial para la vida en el país del norte.
Recordó que en el caso de Baja California, es hasta el gobierno del General Lázaro Cárdenas cuando se impulsa su desarrollo no sólo por lo que representó el reparto agrario de las tierras en el valle de Mexicali, lo que generó la llegada de miles de pobladores procedentes de distintos pueblos y ciudades del interior de México e hicieron del valle un área productiva, pero también se promueven los valores nacionales en esta entidad, lo que a su vez llevó a implementar la zona libre para que los bajacalifornianos y la sección de San Luis Río Colorado, Sonora, se pudieran beneficiar del intercambio comercial con Estados Unidos.
Sin embargo, en la administración de Carlos Salinas de Gortari se quita la zona libre con la firma del Tratado de Libre Comercio (TLC), “cuando nosotros -en Baja California- íbamos en la ruta del éxito y nos lo quitó, y desde entonces hemos hecho de la maquila la principal actividad de México, cuando a estas alturas el país debería ser un país industrializado al nivel de Japón. Esto lo dicen los estudiosos que han salido hace poco a la luz pública, nos hemos encontrado con una situación de conflicto para desarrollarnos, México debería ser un país industrializado y debería estar participando de otra manera en el comercio internacional con Estados Unidos”, concluyó el Rector.
Virginia Negro
La especialista en migración laboral, durante su exposición, se refirió a la migración vista no sólo desde una perspectiva de interculturalidad, sino también desde un sentido económico y laboral.
Expuso que la Organización Internacional para la Migración (OIM), con el apoyo de otras agencias internacionales, están atendiendo el tema migratorio desde el aspecto de la reactivación económica. “En este sentido de crisis -por la pandemia-, el fenómeno migratorio puede ser un apoyo eficaz en beneficio tanto para los países de origen como para los países de destino”, sostuvo la internacionalista.
En el mundo, existen 272 millones de migrantes y esta cifra va en aumento. Es un fenómeno humano histórico que representa al 3.5 por ciento la población mundial que aporta el 9.4 por ciento del producto interno bruto en el mundo, con casi 7 millones de dólares anuales.
La investigadora de la OIM explicó que la migración laboral, desde el aspecto de desarrollo, representa grandes beneficios para las fronteras norte y sur de México, toda vez que las personas trabajadoras migrantes se ven obligadas a salir de sus países de origen por diferentes factores asociados con la inseguridad y la violencia, así como por la falta de empleo, con el propósito de mejorar su condición de vida, la de su familia y, por ende, su comunidad.
Entre los factores benéficos para los países de origen, en el caso de México, por ejemplo, es el tercer país en ser receptor de remeses después de China e India; en tanto, países como Guatemala, El Salvador y Honduras son también importantes receptores de remesas cuyas personas trabajadoras migrantes son altamente solidarias con sus comunidades de origen.
México también es el principal país de emigración en la región con 11.8 millones de mexicanos en el exterior, cuyas remesas registraron un considerable incremento en mayo del presente año a pesar de la contingencia sanitaria por COVID-19, por lo que estás remesas resultaron de gran ayuda para el desarrollo de infraestructura en diferentes estados de la república.
De igual manera, México en los últimos años ha sido testigo de cómo se ha intensificado el flujo migratorio tanto en número como en diversidad de origen por su territorio y, de acuerdo con datos del INEGI de 2015, 2.2 millones de mexicanos trabajadores jornaleros migran internamente, esto refleja de manera clara el carácter pluridimensional de la migración internacional tanto en el aspecto económico-laboral como forzada.
Para la doctora Negro las personas trabajadoras migrantes son necesarias en México, pues más de 1.2 millones de los trabajadores agrícolas en el país son personas migrantes, sobre todo centroamericanas, que se mueven a lo largo del territorio mexicano en diversas temporadas del año.
Según datos migratorios, durante 2019 en México se tenían 179 mil 971 personas migrantes en condiciones irregulares que fueron detenidas en distintas estaciones. Se recibieron 70 mil 302 solicitudes de asilo, de las cuales 18 mil 724 correspondían a nuevas solicitudes recibidas hasta el 15 de mayo de 2020. Además, se realizaron 211 mil 258 eventos de repatriación de mexicanos desde Estados Unidos, de esta cifra 190 mil 788 fueron hombres y 20 mil 470 mujeres.
“La evidencia muestra que los trabajadores migrantes contribuyen al crecimiento y desarrollo económico de sus familias y de las comunidades de origen y destino, a través de su trabajo, habilidades y conocimiento”, sostuvo la doctora Virginia Negro.
Considerando lo anterior, la OIM ofrece un programa de capacitación virtual dirigido al sector privado y gubernamental. Se trata de cursos de capacitación sobre migración laboral y desarrollo, inclusión laboral de personas migrantes con perspectiva de género, sobre derechos laborales y estrategias de integración de las personas migrantes.
Además, se organizan Jornadas de inclusión laboral para personas en contexto de movilidad como un mecanismo de vinculación directa entre empresas y buscadores de trabajo. Se organizan actividades previas de difusión con beneficiarios y empleadores para facilitar el proceso de contratación de las personas e incrementar el porcentaje de éxito en los ambientes de trabajo y a la sociedad. Estas actividades se implementan con la Secretaría Nacional del Empleo y con el Instituto Nacional de Migración.
Benito Salvatierra
El especialista en epidemiología, Ernesto Benito Salvatierra-Izabá, compartió una perspectiva sobre lo que sucede en la frontera sur de México donde esta misma semana -dijo- se iniciará un proyecto financiado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) para monitorear las siguientes etapas por las que pasará la pandemia de COVID-19.
En la frontera sur de México, señaló el Coordinador de Salud en El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR), se tiene un problema milenario con el fenómeno de la migración. En esta región del país se congregan 13 millones de mexicanos del centro y sur de México, a los que se suman otros 20 millones de centroamericanos, más una cantidad no calculada de migrantes de otras partes del mundo.
“Hay aproximadamente 350 mil migrantes que pasan cada año de Centroamérica a México a trabajar en el café, la soya, el cacao, el plátano, el tomate”, comentó el doctor Salvatierra tras precisar que esté 2020, con la epidemia por COVID-19, la cantidad de migrantes que han logrado llegar a la frontera sur fue porque encontraron una estrategia para alcanzar su meta e integrarse.
Las personas trabajadoras migrantes proceden de Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá, quienes en su mayoría han logrado superar las barreras y los desafíos de esta enfermedad, lo que también ha permitido el impulso del desarrollo para las poblaciones transfronterizas.
Resaltó que son alrededor de 80 mil migrantes, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Migración, los que tienen permiso para trabajar y hay otros 350 mil que son trabajadores que cada año regresan a México para retomar sus actividades laborales y, en sus centros de trabajo, están siendo revisados periódicamente para cuidarlos del contagio por COVID.
Las relaciones en las fronteras de estos siete países fueron cerradas o se mantuvieron con ciertas restricciones. En el caso de México y Guatemala, por ejemplo, lo que se fortaleció fue el sistema de vigilancia epidemiológica. “A todo el que quería pasar a territorio mexicano se le tomaba una muestra, se les preguntaba a dónde iban y que iban a hacer, incluso a los que pasaban de manera ilegal se les hizo lo mismo, de esta manera nunca se paró el transporte de entrada”, dijo.
La situación transfronteriza entre Guatemala y Chiapas, con relación al empleo informal busco la manera de adaptarse para cruzar los productos de las áreas rurales de campesinos y pequeños productores guatemaltecos, y los pudieran vender en México. Así la actividad económica en el Soconusco no se ha detenido, el 90 por ciento es agropecuaria desde 1994 a la fecha.
Benito Salvatierra expuso que en la frontera sur hay poco más de 300 empresas agroindustriales cuyos dueños son mexicanos, que necesitan del trabajo de los migrantes quienes prestan sus servicios al aire libre y por brigadas de hasta 30 empleados para, en caso de que uno se enferme, poder aislar a todo el grupo durante los quince días que dura el periodo de contagio y, de esta manera, se lleva un control de la epidemia.
“La zona agrícola de Chiapas está funcionando y en este año se ha duplicado la producción de alimento”, apuntó el investigador Tipo C del Sistema Nacional de Investigación, al señalar que el mercado interno se ha fortalecido con los productos chiapanecos por lo que el estado se ha podido mantener a pesar de las vicisitudes de la pandemia.
En cuanto al fenómeno de las caravanas migrantes surgidas hace alrededor de tres años, los gobiernos de Guatemala y Honduras han establecido mecanismos para detener a los migrantes por lo que no han logrado llegar a territorio mexicano. Los puestos de migración en Tapachula están completamente vacíos.
El coordinador de Salud en ECOSUR señaló que a partir de esta semana en Chiapas se iniciará un trabajo metodológico cuyos resultados podrán ser comparados con los datos de los países Centroamericanos y con el resto de los estados de México. El estudio estará financiado por CONACYT y ya se realiza también en el valle de México, para calcular dos indicadores que requieren los epidemiólogos como el intervalo serial y el factor de réplica lo que permitirá ubicar los casos de inmunidad, o bien, a que surja la vacuna, lo que estimó que pudiera darse para marzo del próximo año.
David Pérez-Tejada
El Administrador de la Aduana Fronteriza de Tecate planteó el panorama económico que representan las aduanas de la frontera norte, así como el enfoque de cooperación transfronterizo y los efectos que ha ocasionado el contexto de pandemia por el COVID-19.
Las aduanas de Baja California contribuyen al año con 960 mil millones de pesos a la economía mexicana, mediante diversos mecanismos de enlace transfronterizos.
La vida diaria que registran las aduanas de Tijuana, Tecate y Mexicali es muy activa por la vecindad que mantiene con un estado con gran potencial como lo es California, considerado como la quinta potencia mundial en el orden económico.
“Ese dinamismo nos inyecta a Baja California desde hace casi 100 años con su aforo de gente, de turistas, de inversionistas que no ha parado con la pandemia”, comentó Pérez-Tejada Padilla.
Destacó que ni siquiera con las restricciones aplicadas desde el 21 de marzo por la Agencia Aduanal y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés), en coordinación con el gobierno mexicano, se puso la restricción para evitar cruzar a los mexicanos y mantener abierta la frontera sólo para los residentes, emigrados y ciudadanos norteamericanos.
Con todo y el cierre fronterizo al turismo esencial mexicano, el movimiento aproximado de cruces tan sólo en la Aduana de Tecate es de 9 mil personas a la semana que ingresan a territorio nacional, lo que equivale a 35 mil cruces mensuales, no obstante, la situación de pandemia.
En cuanto a los mecanismos de enlace, el servidor público federal señaló que las aduanas cuentan con el apoyo de los organismos empresariales los que se encargan de generar presión e impulsar y mantener una buena relación binacional entre las ciudades hermanas de la frontera norte.
David Pérez-Tejada dijo que una de estas organizaciones de la conocida como “Working Group” que existe en Calexico y Mexicali, en San Ysidro y Otay en Tijuana, lo mismo que en el municipio de Tecate. Debido a la contingencia sanitaria por COVID-19 estas agrupaciones están al pendiente de que el gobierno de Estados Unidos abra de nuevo el cruce fronterizo.
“Los organismos empresariales del sur de California tienen buena vinculación con el Consejo Coordinador Empresarial de Baja California”, apuntó Pérez Tejada al precisar que todo esto sirve porque se hace un cabildeo en conjunto para lograr acciones de mejoras en temas de interés para ambos lados.
Destacó que durante la pandemia tuvo lugar la Reunión Binacional de Puentes y Cruces Fronterizos cuya sesión anual tuvo lugar el pasado 30 de septiembre y es considerada la reunión más importante en las fronteras entre México y Estados Unidos. Esta reunión binacional se analiza en qué garitas invertir en el futuro, entre estos proyectos mencionó el nuevo cruce fronterizo de Otay II en Tijuana, mientras que para Tecate se contempla un proyecto ambicioso de inversión de 500 millones de pesos para una nueva garita, independiente a la que ya se tiene proyectada para dentro de diez años.
En el tema migratorio, comentó que las deportaciones por Tecate fueron reactivadas después de una tregua de más de cinco años. En promedio esta aduana fronteriza de Baja California registra unas cuatro deportaciones diarias, aunque en ocasiones han llegado a sumar hasta una docena de deportados en un solo día.
El administrador de la Aduana Fronteriza de Tecate dijo que mayo fue el mes que registró el mayor índice de afectación, al alcanzar una contracción de hasta el 46 por ciento en comparación con el mismo periodo del año anterior. Aun cuando en septiembre ya se logró una recuperación del 5 por ciento en relación con el año inmediato anterior.
También destacó que en la aduana de Tecate la gente se adaptó a la situación de pandemia, lo que consideró un dato curioso al explicar que en el caso de la industria manufacturera de exportación buscó la manera de adecuarse a las necesidades con la producción de artículos que sirvieran durante la contingencia de salud con la elaboración de acrílicos protectores y hasta fabricación de pruebas rápidas de COVID-19.
“Se podría creer que todo se detuvo por la pandemia, pero las exportaciones por Tecate se mantuvieron, el sector comercial no paró, creo que es el único sector que se consideró esencial entre los temas de las restricciones por los protocolos de salud”, finalizó el expositor.