Arte como emprendimiento, recomienda Raquel Ruiz Pérez

•Joven diseñadora que ha desarrollado varios proyectos artísticos y negocios familiares

Tijuana, B. C., a 15 de junio de 2022.- Raquel Ruiz Pérez, egresada de la Licenciatura en Diseño Gráfico de la Universidad de Tijuana CUT, institución en la que también imparte clases, compartió su vasta experiencia en pintura decorativa y artesanal, lo que, a su corta edad, le ha permitido desarrollar varios proyectos de emprendimiento.

Al asistir Raquel Ruiz como invitada al espacio de Vida Universitaria con estudiantes de las Licenciaturas en Arquitectura y Diseño Gráfico del Campus Altamira del CUT, impartió el tema Viaje hacia el emprendimiento. A través de su charla, Raquel busca motivar a los jóvenes para que se interesen en los eventos culturales, valoren el arte y cultura mexicana.

Su gusto por las artes visuales inició en 2004 cuando estudiaba la preparatoria. En ese tiempo se inscribe en los talleres de arte que ofrecía la Casa de la Cultura, así como en todo curso relacionado con aprender cosas nuevas. En sus primeros dibujos utilizó técnicas mixtas a base de gis, carboncillo y acrílico, pero también realizó los primeros murales a escala en pintura acrílica y comercial.

“Me ponían frente a un dibujo y simplemente dejaba volar mi imaginación”, expresó Raquel al sostener que si bien, su gusto por las artes inicia en la preparatoria, también descubre en esa época la existencia de las carreras en Diseño Gráfico y en Artes Plásticas, sin embargo, se decide estudiar la primera. Al ingresar, en 2006, a la Universidad conoce nuevas técnicas ilustrativas como pastel, prismacolor, tinta china, y para 2009, empieza a desarrollar la ilustración digital.

“Fue un dolor de cabeza todo lo digital”, mencionó Ruiz Pérez al precisar que aun cuando obtuvo grandes logros con el Photoshop, se inclina más por el trabajo manual. Esto la llevó a tomar cursos más especializados con expertos en artes visuales, lo que le facilitó adentrarse más en la ilustración, la composición y la profundidad en sus pinturas.

Mientras estudiaba la carrera de Diseño Gráfico, se le presenta la oportunidad de impartir clases de artes visuales en los niveles de Preparatoria y Licenciatura de la Universidad de Tijuana CUT, así como en una escuela primaria, junto a sus alumnos mantiene presente la curiosidad por crear trabajos manuales. Surge así su primer emprendimiento de bolsas con materiales reciclados.

Durante varios años se dedicó a crear pinturas, dibujos, mándalas y retratos, participó en espacios culturales como FestiArte y continuo en cursos de actualización con Charles Glaubitz, Felipe Ualde y Eduardo Cooley, esos mismos conocimientos, posteriormente, los compartía en clase con sus alumnos para motivarlos a encontrar su propio camino.

Para 2014, además de impartir clases en tres diferentes lugares, trabajaba también en varios proyectos personales, lo que la llevó a tomarse un descanso para recorrer durante cuatro meses La Paz y San José del Cabo en Baja California Sur, Mazatlán, Sinaloa, y Guadalajara, Jalisco. En cada lugar que visitó colaboró con grupos de artesanos locales para apoyarse económicamente, esa experiencia le permitió madurar y realizar un trabajo de introspección personal.

De regreso en Tijuana, en 2015 abre su primer negocio de arte y diseño Tlayolohtli en el Pasaje Rodríguez, “una tiendita” dedicado a la venta de accesorios como collares y aretes elaborados a base de cartón reciclado que la misma Raquel moldeaba y pintaba a mano. Su personalidad inquieta la hizo cambiar de rumbo, por lo que trabajó en la imagen personalizada de una fotógrafa, a la que le diseñó su logotipo utilizando algunos elementos místicos de la aurora boreal de Noruega y que tuvo a bien relacionar con la fotografía.

En 2017 regresa a la parte ilustrativa con pinturas en acuarela y acrílico influenciada por la naturaleza y los animales. Toma una pausa sin generar ningún trabajo creativo durante dos años y, en 2020, con la pandemia a pesar de lo difícil que fue para muchos enfrentar la situación, para Raquel fue un renacer en su lado creativo con Rake, un nuevo proyecto de emprendimiento a base de macetas, velas y plantas.

“Rake es un nuevo proyecto que representa el hogar, un juego para relajarse al trabajar con plantas, artesanías, tallado de madera, fue un trabajo de colaboración con mis papás, hecho en casa y que nos puso en contacto con la naturaleza”, expusó Raquel al señalar que este proyecto le permitió retomar su parte creativa con pinturas en acuarela que terminó mezclando hasta lograr una composición digital.

La ancestra es la pintura en acuarela de una mujer de la tercera edad, en la que combina el lápiz, prismacolor y el café, esta creación la generó en 2021 mientras atravesaba un proceso terapéutico para combatir la ansiedad que enfrentaba en ese tiempo. “Esta pintura surge como parte de la terapia psicológica que pude combinar con mi parte creativa”.

Su obra más reciente lleva por nombre Casita de mi corazón que también surge como parte de su trabajo psicológico. Esta pintura es un encuentro con sus raíces que la remonta a su natal Durango, pero, al mismo tiempo, la vincula con Tijuana como la ciudad que la adopta. “Esta pintura significa soltar el pasado y aceptar el cambio. Casita de mi corazón es un lugar seguro que transmite paz y calor de hogar”, comentó Raquel al precisar que las últimas pinturas las ha dedicado a retratos de animales y de la naturaleza, elementos que le han dado una identidad y conexión con sus clientes.

Nawa, significa raíz en tarahumara y para Raquel simboliza un encuentro con ella misma. Es su emprendimiento actual de acuarelas artesanales que ella fabrica y que tiene a la venta en un colectivo local, donde el cliente elige su propia paleta de colores y el dibujo que acompañará cada set, que además lleva una palabra clave con un mensaje corto como respira, amate, crece, sé feliz y, que posteriormente, puede pegar en algún espacio personal como un recordatorio.

Este Viaje hacia el emprendimiento de Raquel Ruiz Pérez deja a los estudiantes de Licenciatura de la Universidad de Tijuana una rica experiencia del alto nivel creativo que deben mantener los jóvenes y adultos tanto en su vida personal como en lo profesional, que, si bien habrá momentos difíciles de enfrentar, también son una lección que les ayudará a madurar, pero sobre todo habrá de contribuir activamente en su crecimiento como futuros profesionistas.

Al finalizar la charla, la maestra Gloria Alicia Morales Mendívil, coordinadora Académica de las Licenciaturas en Arquitectura y Diseño Gráfico, hizo entrega de un reconocimiento a la diseñadora Raquel Ruiz Pérez, en agradecimiento por compartir su corta pero vasta experiencia profesional con los estudiantes de la Universidad de Tijuana.