Alteraciones psicológicas se asocian con la obesidad

  • Paulina Alcasio participó en la Jornada de Nutrición del CUT Universidad

Tijuana, B. C., a 22 de octubre de 2022.- Una serie de alteraciones psicológicas se asocian con personas obesas, por ello, es importante que reciban ayuda para combatir el exceso de peso desde una perspectiva integral que faciliten un cambio más profundo que les permita mantener un estilo de vida más saludable.

Al participar Norma Paulina Alcacio Delgado en la Jornada de Nutrición de la Universidad de Tijuana, con el tema «Psicología de la Obesidad», planteó que existe una relación directa entre obesidad y ciertas emociones básicas como la tristeza, el miedo y coraje, estados de ánimo que los obliga a prescindir de una alimentación saludable y el ejercicio físico.

En este sentido, resaltó que al entender que la psicología y la obesidad trabajan en equipo, es más fácil aceptar la ayuda multidisciplinar entre áreas como la psicología, la nutrición, el psiquiatra, incluso, médicos. “La conexión que hay entre estos elementos es fundamental para el éxito de cualquier tratamiento no sólo en lo que competa a la nutrición o lo psicológico, porque cuando entendemos lo que nos está diciendo el cuerpo, lo podemos entender todo”.

Hablar de obesidad es hablar de una enfermedad y detrás de ellas se disfraza una cuestión emocional, que, al recibir el tratamiento se trata sólo el cuerpo, pero cuando no se incluye la etapa emocional se ocultan los sentimientos, las conductas y hasta cuestiones espirituales. “Ahí es cuando tenemos que ayudar a identificar que tipo de hambre tiene, si es emocional o física, porque cuando es un hambre emocional no se sacia el apetito”.

El exceso de peso es un vendaje emocional sostuvo la psicóloga Norma Alcacio al precisar que en la mayoría de las personas se trata de emociones reprimidas. “La emoción es una energía en movimiento, que está en nosotros todo el tiempo y quiere salir, pero cuando la callamos o la ocultamos y la silenciamos, no quiere decir que ya salió, quiere decir que está dentro de nuestro sistema y que ahí va a ir creciendo”.

El cuerpo es un reflejo informativo de lo que una persona no expresa verbalmente, “el cuerpo te lo va a decir”, mencionó la también especialista en desarrollo de liderazgo al sostener que la manera de caminar, la postura, la complexión, la forma de sentarse y de dirigirse, incluso cuando se platica, se suele mover las manos y las piernas, todos esos movimientos hablan, por lo que considera importante aprender a conectar para escuchar al cuerpo.

“Comer puede ser una forma de consuelo, de huidas de pensamientos, es un mecanismo de protección, por lo que a veces es más fácil ocultar todas esas emociones”, señaló Paulina Alcacio tras indicar que los pacientes con exceso de peso empieza a sustituir y a recompensar esa parte con lo que se conoce como hambre emocional.

Para los pacientes con sobrepeso, perder peso “será el regalo más pequeño que puedan recibir”, porque cuando logran trabajar, sanar y entender sus emociones, revierten el proceso del mal comer por hábitos de vida más saludables. “Ese es el verdadero objetivo de la nutrición, tener un estilo de vida saludable, para que su calidad de vida pueda alargarse y ser mejor”.

Trabajar con las etapas de la obesidad es como trabajar con las etapas del duelo, destacó la psicóloga al indicar que también se presenta la fase de la negación, la rebeldía, la racionalización, la negociación, la percepción del tiempo y la aceptación. Al llegar a la etapa de la aceptación, se involucra un equipo multidisciplinario con psicólogos, psiquiatras, nutriólogo para tener avances más precisos, pero también hay recaídas, lo que es natural que suceda.

“Justo en esa recaída es oportuno revisar qué es lo que no estamos viendo, ni el paciente ni nosotros como profesionales de la salud, de esa forma se vuelve a las etapas que podrían no ser lineales, incluso, con la necesidad de permanecer más tiempo en una fase o brindar a otra, hasta que logre el paciente llegar a la aceptación”, expuso.

También es frecuente que en estas etapas el paciente afronte un ciclo adictivo, una espiral que lo haga enfrentarse al dolor físico, emocional y psicológico, “porque la persona que sufre obesidad es más propensa a la depresión, a la ansiedad, viven con mucho dolor esa parte, siente la necesidad de comer compulsivamente para evitar estar experimentando ese dolor físico”.

Después de saciar ese momento impulsivo, enfrenta un nivel más físico asociado a la culpa, el estómago duele, y nuevamente se experimenta dolor. Ese es el ciclo en espiral, este mismo ciclo lo sienten las personas con algún tipo de adicción.

Paulina Alcacio señaló que para el año 2050 siete de cada diez mexicanos tendrán sobrepeso, aunque hay estadísticas en las que especialistas estiman que puede ser incluso mayor, es decir, nueve de cada diez están sufriendo obesidad. En la actualidad, México tiene el primer lugar en obesidad infantil y el segundo en obesidad en adultos.

A los estudiantes de Nutrición y Dietética del CUT les dijo “ustedes se están preparando para dar una mejor calidad de vida a las personas que vayan a ser sus pacientes. Cuando uno de sus pacientes entienda la importancia de comer sano, ya ganaron. La intención no es modificar -sus hábitos- inmediatamente, la intención es que puedan hacer un cambio de switch, dejar esos viejos patrones de creencias, y dejar de decir que un niño gordito es un niño sano”. Y finalizó su participación citando la frase “cuando los kilos desaparecen del cuerpo, pero no del alma, simplemente sé reciclan por apariencia, pero acaban por volver”.

Redacción de Vanessa Berenice Reséndiz Aguiñiga, estudiante de 10mo cuatrimestre de Comunicación y Publicidad, turno empresarial.