Acoso escolar, un problema constante en las aulas

  • Imparten plática sobre bullying a estudiantes de primer semestre de Preparatoria del CUT

Tijuana, B. C., a 8 de septiembre de 2022.- El acoso escolar o bullying es un problema constante en las aulas que se puede hacer de manera consciente o inconsciente, sin que los jóvenes midan las consecuencias de sus actos, aseveró la psicóloga María del Rocío Vázquez Esquivel.

Rocío Vázquez impartió el tema Acoso Escolar ante un grupo de estudiantes de primer semestre de la Preparatoria Instituto Agua Caliente de la Universidad de Tijuana CUT, ante quienes explicó que el bullying se caracteriza por ser una forma de agresión o de maltrato psicológico, físico directo o indirecto, verbal o cibernético cuando se ocasiona dentro y fuera de un centro escolar, producido entre alumnos de forma reiterada por parte de una persona o de un grupo de ellas.

También es considerado acoso escolar cuando se ocasiona daño en las pertenencias del estudiante como la sustracción, desaparición, ocultamiento o retención de alguna pertenencia. “No necesitan estar golpeando para estar victimizando como parte del acoso escolar”, aseveró la psicóloga al precisar que otra manera de fastidiar a un compañero, amigo o conocido, es expresar un comentario negativo de manera generalizada pero que implica ser un mensaje indirecto para una persona determinada.

“Son pequeños detalles que ustedes consideran que no es acoso escolar, pero, qué creen, hay consecuencias”, señaló Rocío Vázquez al precisar que la definición de acoso escolar forma parte de los lineamientos normativos del Gobierno del Estado.

Resaltó que todos, de una u otra manera, podríamos ser agresores o víctimas, pero podemos evitarlo al revisar “qué conductas solemos hacer que hagan sentir mal a los demás o nos hacen sentir mal y nos quedamos callados”.

Entre las conductas que mencionó la psicóloga Rocío está el poner sobrenombres, el dejar de hablar con una persona o burlarse por su apariencia física, incluso se le puede insultar, se le acusa de algo injustificadamente, se le fastidia por su forma de ser, se le excluye o no se le permite participar en los equipos, se le hacen gestos de desprecio, se le grita, se le critica o se le imita, o no se le permite hablar, se le esconden las cosas, se le ridiculiza ante los demás, se le hostiga o humilla, se le lanzan objetos.

“Todos estos comportamientos que te acabo de mencionar son conductas de violencia, en un grado menor o mayor”, sostuvo Rocío Vázquez al precisar que generalmente el acoso escolar se asocia con golpes físicos, pero también puede ser verbal o psicológico.

El bullying escolar se suele producir durante el recreo, en la fila para entrar a clase, en los baños, los pasillos, los cambios de clase, al entrar y salir del centro escolar, en el transporte escolar o en el comedor. También puede ocurrir en el aula, cuando el profesor está escribiendo en la pizarra o mientras está atendiendo a otros alumnos, pero también se puede generar acoso escolar desde casa o a través de las redes sociales.

Ante esta diversidad de escenarios, debemos estar muy atentos para no ser ni agresor ni víctima y, el primer paso, es poner límites, pedirle a la persona (al agresor) que deje de hacerlo; el segundo paso es denunciar directamente con la familia, con un profesor, al prefecto, con el personal administrativo, en dirección o subdirección, en orientación, pero también es importante denunciar estos casos de abuso ante las autoridades fuera del plantel, es decir, acudir a la Fiscalía del Estado para poner la queja contra la persona que te molesta.

En este sentido, el papel de la Universidad de Tijuana es informar a los estudiantes sobre qué es el acoso escolar o bullying para, entre todos, alumnos, docentes, directivos, administrativos y padres de familia, estar atentos a lo que sucede en el entorno escolar y en casa, para asistir a quienes lo necesiten y terminar de una vez por todas con las situaciones de violencia psicológica, física o cibernética.