Biden es la esperanza de una buena relación con México

  • Recuento de la gestión del mandatario estadounidense en su primer año de gobierno

Tijuana, B. C., a 10 de noviembre de 2021.- El presidente Joe Biden es la esperanza de una buena relación política entre México y los Estados Unidos, enfatizó el maestro Jesús Ruiz Barraza, Rector del Sistema CUT Universidad, al precisar que la elección de Biden fue un alivio a las enormes preocupaciones que generaba la gestión de Donald Trump.

Así se expresó el académico al dar la bienvenida al Diálogo Elección del Presidente Biden: 2020-2021 y opciones para el noroeste de México, organizado por CUT en colaboración con la Schar School of Policy and Goberment, George Mason University, espacio en que participaron destacados analistas políticos como Guadalupe Correo-Cabrera, Ángela Buitrago, Manuel Guedán, Leonardo Curzio, Héctor Sánchez y José María Ramos.

“Biden representa un presidente amigable y humano para Latinoamérica y en particular para México”, mencionó el también especialista en ciencias políticas al tiempo de señalar que sólo los Presidentes Lincoln y Kennedy han mostrado tener, a largo de la historia, una política entusiasta para contribuir al desarrollo de América Latina, por lo que la política de alianza para el progreso era una propuesta fundamental, que se inició en México con inversiones encaminadas a hacer de América Latina una región en desarrollo, pero desafortunadamente la vida de Kennedy fue segada muy pronto y con ello se sacrificó una vida que buscaba la paz mundial.

Hoy llega el presidente Biden con una nueva política sostuvo el Rector de la Universidad de Tijuana, que propone un aumento en la producción petrolera y promueve el uso de las energías limpias como la eólica y la hidroeléctrica, en donde México tiene una potencia extraordinaria que es el centro del debate del gobierno mexicano actual con la reforma eléctrica.

“Yo celebro que Estados Unidos está gobernado por un presidente que trae una agenda fundamental para proteger el medio ambiente, para tratar de detener la aceleración de la temperatura en el mundo que es una gran amenaza”, resaltó el también especialista en ciencias políticas.

Recordó las grandes intrigas de 1976 realizadas por el presidente Henry Kissinger y un grupo de analistas que consideraban que México era una amenaza para Estados Unidos si lograba convertirse en un país industrial, tal como lo tenía planeado el presidente Luis Echeverría en cuya administración se dotó al país de siderurgia, energía, petroquímica, fertilizantes, y que se proponía no vender el petróleo a los estadounidenses sino canalizarlo a un enorme desarrollo industrial.

El maestro Jesús Ruiz Barraza subrayó que afortunadamente ya no se viven esos tiempos pero tampoco la industrialización de productos finales con valor agregado, que hubiesen convertido a México en un país poderoso.

“Ya es tiempo que a los 100 años que cumple Echeverría el 17 de enero, se empiece a hablar con claridad de la obra de él, no hay una justificación para que hubiera una guerrilla en su contra. Echeverría contribuyó con más aulas que todos los gobiernos anteriores desde la independencia, con más universidades, tecnológicos y preparatorias que todos los gobiernos posteriores a él, que contribuyó con más infraestructura en turismo y en desarrollo urbano que ningún otro presidente. Ojalá tengamos el valor de hacer un análisis sereno de esta gestión tan importante para la historia contemporánea de México”, acentuó.

Antes de finalizar su participación, se dijo contento con la política del presidente Joe Biden porque el futuro de la humanidad se va a beneficiar y Estados Unidos podrá encabezar la lucha contra el cambio climático si cuenta con el apoyo del pueblo norteamericano. “Un pueblo que por lo pronto, en un 46 por ciento, se ha negado a vacunar; un pueblo polarizado. Esto es terrible. Hago votos porque el cambio se de en serio en los Estados Unidos, por la enorme influencia que tiene en el mundo, por ser la economía más poderosa e importante, y por tener una vocación pacifista ahora con el presidente Biden”, concluyó.

Guadalupe Correa-Cabrera

La doctora Guadalupe Correa, profesora asociada en Schar School of Policy and Goberment, George Mason University, fue la primera invitada del Diálogo en tomar la palabra. Habló sobre los riesgos y los retos que tiene la relación México-Estados Unidos en el marco bicentenario para la seguridad, la salud pública y las comunidades seguras.

“Los retos más importantes en esa nueva concepción de la cooperación en el tema de la seguridad y la migración. Se dice adiós a la iniciativa Mérida y se saluda a un nuevo entendimiento con un enfoque en resolver la causa de raíz de la violencia, un enfoque en salud pública y un desmantelamiento de la delincuencia organizada sin el papel central del Ejército y de la cuestión belicista”, argumentó la académica.

Explicó que en esta aparente nueva relación, de alguna forma Estados Unidos reconoce la prioridad del gobierno mexicano de no continuar en una guerra contra las drogas basada en la cuestión militar; incluso, el secretario de Estado, Antony Blinken, acaba de anunciar que la cooperación con América Latina no tendrá este componente militar que marcó a las décadas anteriores de los Estados Unidos.

La participación de Guadalupe Correa se basó en cuatro aspectos fundamentales con relación a salud pública durante la pandemia por COVID-19, la seguridad y migración, el comercio y la energía. Las prioridades en cuestión de migración y seguridad han sido el centro de la relación entre México y los Estados Unidos.

El aspecto de la seguridad será el reto más grande en esta colaboración bajo el esquema del combate al cambio climático por parte de Estados Unidos y los países más ricos del mundo, bajo el enfoque del Fondo Económico Mundial y el hecho de que países como México tienen otras prioridades, en particular el actual gobierno mexicano que está lejos de contar con la capacidad de reconfigurar la matriz energética como lo plantea la administración estadounidense. “Esto será probablemente la piedra en el zapato de esta relación.

En el tema del comercio, la renegociación del T-MEC (Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá) se basa en una reconfiguración bajo el esquema de transformar mejor a los Estados Unidos, en relación con esta visión de cambio climático con un enfoque central que busca el desarrollo interno de la economía estadounidense.

Este desarrollo económico interno se pretende lograr a través de la matriz energética e impulsar las mejoras en los Estados Unidos que se ha visto limitado desde la crisis de 2008. “Esto es muy importante porque esta nueva concepción del cambio climático pondrá tensión en la relación entre México y los Estados Unidos”.

En la cuestión de la migración, México mantiene el artículo 42 y sigue una indefinición con relación al programa Quédate en México, por lo que continúa con una negociación aparente; por otro lado, México busca reconstituirse con base en la rescisión de la Corte Suprema de Estados Unidos, por lo que el gobierno mexicano tendría que aceptar en implementar este protocolo de protección migratoria.

Sostuvo que el papel de México será crucial con relación a la nueva caravana migrante, pues hasta ahora ha mantenido una actitud de dejar pasar, pero si se llega a dar la negociación y los Estados Unidos acepta invertir en la frontera sur de México en apoyo a prioridades del gobierno de la Cuarta Transformación como el Tren Maya, la Refinería Dos Bocas y el Aeropuerto de Santa Lucía, resultaran altamente beneficiados, a cambio de un manejo de la migración más agresivo por parte del gobierno mexicano o de aceptar el programa Quédate en México.

En el aspecto de la salud pública hay bastante cooperación entre México y los Estados Unidos en el tema de las vacunas, sin embargo, la doctora Guadalupe Carrera visualiza una apertura de las fronteras que empieza ya a consolidarse, va a generar desigualdades por la selectividad de las vacunas, ya que algunas de las aplicadas entre la población mexicana porque no son aceptadas por el gobierno estadounidense.

Señaló que el reto más grande está en la propuesta de la reforma energética, dada la visión nacionalista por parte del gobierno de la Cuarta Transformación y que representan las prioridades del presidente Andrés Manual López Obrador, de incrementar el papel del estado mexicano en el sector eléctrico, hace que el Estado tenga todo el manejo del litio, tema que ya empieza a ser analizado por diferentes agencias estadounidenses como el Departamento de Energía.

Por último, reconoció que uno de los intereses del presidente mexicano es precisamente apoyar las energías no renovables e hidrocarburos para alcanzar el desarrollo en una reconfiguración del Estado, como rector en el manejo de los hidrocarburos, lo que no es compatible con la política estadounidense de transformar mejor a los Estados Unidos, porque México tiene ciertas fuentes de energía y aún se desconoce cómo invertirá esos recursos importantes para la matriz energética, que bien puede transformarla con tecnología procedente de Estados Unidos. “Aquí es donde surgirán las principales tensiones.

Manuel Guedán

El doctor Manuel Guedán, profesor retirado de la Universidad de Alcalá, con sede en Madrid, mencionó que la popularidad del presidente Joe Biden entre el pueblo estadounidense ha bajado considerablemente. “Comentan los medios que es uno de los presidentes, en las últimas décadas, que más ha descendido su popularidad en el primer año”. Biden inició su administración con el 57 por ciento de aceptación, y en la actualidad registra un rechazo del 51 por ciento frente a una aprobación del 43 por ciento.

El académico señaló que los europeos acogieron con entusiasmo la llegada del presidente Biden por sus promesas electorales y su entendimiento con la Unión Europea. En un balance de la gestión actual del mandatario estadounidense en su primer año de gobierno, Guedán estableció una diferencia entre los errores de Joe Biden y de su equipo, contra la diferencia entre las dificultades que enfrenta en su gestión.

El error más criticado en el orden internacional del presidente Biden fue gestionar la retirada militar de Afganistán, lo que provocó el regreso al poder de los Talibanes, miles de vidas afectadas y una pérdida aproximada de un billón y medio de dólares. “Para que han servido estos veinte años de guerra si al final una retirada precipitada y deshonrosa ha permitido la vuelta al poder de los Talibanes”, reiteró.

En cuanto a los aspectos positivos de la actual administración estadounidense, el doctor Guedán señaló varios puntos que surgen de la Cumbre del G-20 y la Cumbre del Cambio Climático de Glasgow, estas coincidencias entre la Unión Europea y los Estados Unidos son un reflejo de la cooperación multilateral para abordar los problemas del cambio climático y frenar la emisión del dióxido de carbono.

Otro acuerdo entre Estados Unidos y la Unión Europea, en el marco del G-20, lo constituye la creación de un grupo de trabajo conjunto en las áreas de sanidad y finanzas, para subsanar la desigualdad de que en los países desarrollados se ha vacunado a más de un 70 por ciento de la población, mientras que en los subdesarrollados apenas alcanzan un cuatro por ciento.

Un logro más es que las grandes multinacionales y compañías digitales paguen impuestos, señaló el doctor Manuel Guedán al recordar que en el G-20 está el ochenta por ciento del Producto Interno Bruto del planeta, y con el acuerdo alcanzado recientemente en la Cumbre de Glasgow se suma al conseguido en octubre en la reunión de la Cumbre Ministerial sobre Inclusión Social (OCDE), donde los representantes de los 136 países convienen fijar un impuesto mínimo global del 15 por ciento a las  multinacionales.

“En las recientes Cumbres han estado ausentes los presidentes de China, Rusia y Brasil, pero han estado presentes los principales presidentes de los países europeos y el presidente Joe Biden”, señaló Guedán al precisar que de haber continuado Donal Trump en la Casa Blanca de los Estados Unidos sería de los presidentes ausentes en estas reuniones.

De igual manera, en la Cumbre del G-20 se acordó desactivar la guerra arancelaria en materia de aluminio y acero desencadenada en 2018 por el entonces presidente Trump. Aunque este acuerdo no resulta del todo satisfactorio al mantener aranceles entre el 10 y 25 por ciento, si permite el ingreso de varios productos de la Unión Europea sin que sean sometidos a estas tarifas; a cambio la Unión Europea retirará otras represalias comerciales e iniciativas legales contra la Organización Mundial del Comercio.

“Apreciamos el cambio de la nueva administración de Estados Unidos en torno a estos tres ejemplos que he citado y que se evidencia el que la cooperación multilateral es el método adecuado para abordar la agenda internacional”, mencionó el doctor Manuel Guedán.

En la última década, los presidentes Joe Biden y Ursula von der Leyer lograron una reducción del 30 por ciento en las emisiones de gas metano, responsable del 25 por ciento del calentamiento global del planeta; lo que algunos expertos califican como muy importante al considerar al gas metano como el efecto oculto que producen mayor daño al medio ambiente.

En este sentido, ambos mandatarios han conseguido que 103 países firmen este acuerdo, lo que equivale al 70 por ciento de la economía mundial, sin embargo, quedan fuera las naciones de China, Rusia e India, considerados los países principales en emisiones contaminantes.

En el plano de la política al interior de los Estados Unidos, el ambiente se mantiene muy polarizado debido a que el presidente Biden hace el esfuerzo por cumplir con las promesas de campaña pero no ha encontrado el apoyo de los congresistas, incluso por diferencias en el seno del propio Partido Demócrata, lo que ha generado descontento y, por ende, ha repercutido en la popularidad del presidente estadounidense.

Ángela Buitrago

La doctora Ángela Buitrago, profesora de la Universidad de Externado, con sede en Colombia, hizo referencia a los puntos que el presidente Joe Biden ha ido cumpliendo en el primer año de su administración, en relación con tema relacionados con el medio ambiente, la migración y la situación económica.

En términos generalizados, el presidente Biden evidencia un cambio real en su relación a nivel mundial, pero se hace más evidente al noroeste de México pero de igual manera se percibe en el trato con Colombia; se ha visto un cambio en los anuncios y las decisiones en el aspecto de la política migratoria.

La política de Joe Biden se basó en una política transversal que ha ido cumpliendo en la protección del medio ambiente, económico y aranceles, erradicación de narcóticos, cambio de políticas para afrontar los problemas transversalizados. Incluso, en el tema de salud pública, ha permitido la vacunación de la población no nativa de los Estados Unidos y los apoyos a Latinoamérica y centro América con la asignación de partidas económicas.

La política migratoria del presidente Joe Biden, destacó la doctora Buitrago, va enfocada en la restitución del debido proceso y el trato respetuoso a los inmigrantes, lo que genera también un cambio de paradigma que repercute en favor de las poblaciones de Centroamérica y Sudamérica, que utilizan el camino y la posibilidad de ingresar a territorio estadounidense, pero repercute ampliamente en el capital humano mexicano, que también hace este traslado y traspaso de frontera permanentemente.

En cuanto a la anulación del programa Permanece en México (MPP, por sus siglas en inglés) en primera instancia en el mandato del presidente Biden demuestra su compromiso, pero la académica lamentó que en agosto pasado, el Tribunal Supremo de los Estados Unidos consideró que la administración de Biden posiblemente violó la ley federal cuando intentó acabar con el programa de su antecesor.

Ángela Buitrago resalta una anulación de un segundo intento con el memorando del 29 de octubre por el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, en el que anunció a las agencias involucradas en migración su decisión de poner fin “tan pronto como sea posible” al programa MPP, por lo cual decenas de miles de personas que buscaron asilo en Estados Unidos han sido enviadas al país vecino a la espera del desarrollo de sus trámites.

“La política de migración impacta en todo”, resaltó Buitrago al precisar que es un fenómeno “macro” desde el punto de vista social y desde ese elemento, la posición del secretario Marcelo Ebrard puede calificarse como desacertada en el término de tratar de dividir las discusiones en lo que podría ser la abolición de la Iniciativa Mérida y el manejo de política migratoria.

“La separación de políticas no es adecuada porque la migración repercute sin lugar a duda en inversión, economía, tiene directa relación con seguridad pública, y desde ese punto de vista, con otros fenómenos que deben mirarse de manera conjunta porque al tomar políticas disgregadas pueden generar impacto negativo en todo el tema de la frontera y también en el tema de Estados Unidos”, reflexiona la académica.

Recordó que en su momento el canciller Ebrard declaró que el tema migratorio no está vinculado al de seguridad, por lo que considera que cada uno debe discutirse en diferentes mesas de diálogo. En opinión de Ángela Buitrago debe trabajarse de manera conjunta para hacer un procesamiento adecuado, ya que impacta en términos ecológicos, económicos, políticos y sociales.

Subrayó que si la política del presidente de los Estados Unidos se materializa y logra procesar el flujo migratorio de los estados fronterizos podrá regularizar todas las actividades, su producción y la seguridad, porque los sitios a los que llegan los migrantes normalmente son aprovechados por la delincuencia organizada para generar inseguridad contra los migrantes y la propia población.

El desabasto comercial es un punto grave en la agenda del presidente Joe Biden sostuvo la doctora Buitrago, al precisar que con el procesamiento adecuado se podría evitar que afecte a los Estados Unidos. Además, dijo que se requiere de un manejo adecuado de la mano de obra, toda vez que en ciertos sectores es eminentemente centroamericana o latinoamericana y, bajo la visión de este procesamiento adecuado, se podría generar una visión amplia en términos del sistema americano y mexicano.

El impacto económico debe ser un elemento fundamental para evaluar y considerar toda la inclusión de la política que se observa en los procesamientos y en la agenda de Biden.

En el caso particular de Colombia, que de igual manera afecta a México, es el tema del narcotráfico, por lo que Ángela Buitrago considera necesario establecer una política que incluya opciones reales para el mercado del narcotráfico y para la mano de obra, que favorecerá no sólo a México y a Colombia, sino incluso a los Estados Unidos porque ya ha sido alcanzado por la intervención de los carteles de droga tanto mexicanos como colombianos.

“Este tema debería mirarse dentro del fenómeno transversal, dentro de la situación particular de lo qué puede afectar y de lo que en nuestras sociedades impacta realmente el apoyo y sobre todo la concordia de las relaciones con Estados Unidos”, enfatizó la doctora Buitrago al recordar que en este tema se hizo mucho daño con la administración anterior en términos de socialización, apoyo y permisión de la migración como derecho natural.

Leonardo Curzio

El doctor Leonardo Curzio, periodista mexicano y analista político, coincide en que el presidente Joe Biden es un alivio porque despersonaliza las relaciones entre México y los Estados Unidos. “Las convierte nuevamente en previsibles, las vuelve a enviar a los canales diplomáticos apropiados y permite ver que, más allá de las rivalidades personales o algunas cuestiones de sensibilidades, los grandes intereses de los países pueden hacer convergentes ciertas agendas”.

Por su parte, el presidente mexicano es un defensor del T-MEC en la relación bilateral con los Estados Unidos, por lo que esta correspondencia debe mantenerse por encima de los pormenores personales o las coyunturas políticas.

En los últimos tiempos, su relación con Donald Trump y ahora con el presidente Biden, mantuvo una relación altamente personalizada, incluso en su libro reciente, el presidente mexicano aborda sus primeros tres años de gobierno, en el que hace una lectura sorprendente sobre un Trump espléndido que tuvo siempre una visión comprensiva y cercana con México. “Yo no lo comparto ni tampoco Biden”, destacó el doctor Curzio.

Después de una reunión entre López Obrador y Donald Trump en la Casa Blanca, en plena campaña electoral, el mandatario mexicano dijo que Trump nunca había dicho nada negativo de México; sin embargo, Joe Biden le recordó con su estilo característico y sobrio, a través de un mensaje de Twitter, que Trump había hecho una campaña polarizando a las comunidades hispanas de los Estados Unidos y llamando a los mexicanos violadores.

Otro periodo memorable que forma parte de la historia reciente en la relación bilateral entre México y los Estados Unidos sostuvo Leonardo Curzio, fue cuando el presidente López Obrador tarda en reconocer el triunfo de Joe Biden y, de alguna manera, le da crédito al discurso del fraude electoral en el vecino país del norte, lo que no fue bien recibido por los demócratas.

Sin embargo, al ser el presidente Biden un hombre y político objetivo, no se dejó llevar por los argumentos negativos y prefirió dejar pasar como inadvertidas las declaraciones públicas de Andrés Manuel López Obrador, por lo que optó por olvidar ese tema y enfocarse en los asuntos que realmente requerían ser atendidos.

Leonardo Curzio mencionó que ha sido gracias al gobierno de Estados Unidos que México tiene un programa de vacunación exitoso, con más de cien millones de vacunas aplicadas; al menos la mitad de ellas, fueron donadas por la administración estadounidense para garantizar la apertura de la frontera terrestre al turismo no esencial.

En el terreno económico, el favorable ascenso de la economía norteamericana no sólo suavizó la caída financiera del año anterior, sino que permitió mejorar el desempeño económico de México. “Tenemos un T-MEC que está operando, hoy somos el primer socio comercial de los Estados Unidos y hemos avanzado en que los mercados laborales sean más convergentes”, señaló el columnista del periódico El Universal.

En materia de seguridad, para los primeros días de diciembre se dará a conocer el plan de trabajo con los elementos particulares de qué se va a hacer, en base a lo ya acordado de no confrontar a las organizaciones criminales y apostar por la reducción de la violencia y los homicidios en México. Es un tema existe la voluntad de cooperar, aunque México no ha logrado acreditar que la estrategia sea eficaz.

En el aspecto migratorio, es evidente la diferencia entre lo agresivo del discurso y las medidas arancelarias adoptadas por el entonces presidente Trump, mientras que la política de Biden ha sido mucho más suave y eficaz. En este sentido, México ha optado por el modelo de contener a los migrantes como un elemento fundamental que garantiza la seguridad, prueba de ello es la visita de John Kerry como enviado especial del presidente estadounidense, para atender asuntos relacionados con el cambio climático.

“Vino a arropar al gobierno de López Obrador, justo cuando estábamos en víspera de la reunión de la COEB en Glasgow a donde hemos ido sin planteamiento”, señaló Curzio al precisar que si la reforma energética tiene una vocación ambientalista como lo promueve Andrés Manuel López Obrador, se hubiera ido a presumir a Glasgow “pero claramente no es el momento de presumir”.

Señaló que una zona de potencial conflicto lo seguirán siendo los flujos desordenas de migrantes, lo que provocará reacciones en Washington, además del pleito bipartidista que podrían activas los republicanos cada vez con mayor fuerza y las críticas constantes que suponen una debilidad del presidente Biden, todo ello refuerza la posición más radical de latinoamericanos.

El analista político expresó que en términos generales hay coincidencias en la relación bilateral entre México y los Estados Unidos, tiende a la reinstitucionalización, “lo que es bueno”; prueba de ello son los mensajes de cortesía política y las recientes visitas de secretariales de la administración estadounidense. Por su parte, el presidente López Obrador en cuanto a la política exterior mantiene una relación más profunda con Estados Unidos al optar por alinearse de una manera clara a las prioridades de la política exterior su homólogo estadounidense, como un socio confiable y, en términos estratégicos, comparte la idea de que la región norteamericana debe reforzarse para mantener una buena relación comercial.

Héctor Sánchez

El maestro Héctor Sánchez, general en retiro después de 45 años en el Ejército Mexicano, hizo un recuento de las acciones que se han llevado a cabo en la nueva relación bilateral entre México y los Estados Unidos, a partir de la llegada de Joe Biden a la Casa Blanca.

Señaló que la Alianza Estratégica de Norteamérica (ASPAN) tiene como prioridad la seguridad y prosperidad mutua, en base a dos objetivos estratégicos para atender el interés nacional de ambos países: reducir la impunidad y violencia en regiones específicas, así como la expansión de conexiones económicas bilaterales en un ambiente de negocios competitivo.

Esta propuesta sostuvo el general Sánchez, se fue instrumentando con las instancias nacionales paralelamente con la atención prioritaria que la administración Biden realizó a su problemática global para transitar a la definición e integración en su espacio geopolítico inmediato en el continente americano.

Recordó que la definición de acciones se formalizó el pasado 8 de junio, en la reunión de Palacio Nacional entre el presidente Andrés Manuel López Obrador y la vicepresidente de Estados Unidos, Kamala Harris.

“Se recuperaron como fines la atención de la prosperidad y seguridad mutua, enfatizando la intención de los Estados Unidos de favorecer el crecimiento regional al sur de su frontera, apoyando a México en sus crecientes debilidades recientes y pidiéndole a nuestro gobierno participar coordinadamente en la atención de los tres países de la región norte de Centroamérica”, mencionó.

Tres meses después de la visita de Kamala Harris a México, el gobierno norteamericano asume el compromiso de apoyar con 130 millones de dólares hasta 2024 para aplicar la nueva ley laboral mexicana aprobada en mayo de 2019, realizando la vicepresidenta de los Estados Unidos reuniones con líderes empresariales, laborales y feministas mexicanos.

En el tema de seguridad, se determinó activas un diálogo a nivel de gabinete para el 8 de octubre, cuatro meses después de la reunión inicial de Palacio Nacional, para encontrar una visión compartida contra las organizaciones criminales en ambos lados de la frontera en común entre México y los Estados Únicos, así como en la frontera sur mexicana.

Se acordó retornar a las estrategias conjuntas para la desarticulación de organizaciones de trata de personas en territorio mexicano, así como apoyar la capacidad forense, así como ayudar a resolver los más de 83 mil casos de personas desaparecidas en México, cifra oficial hasta junio del presente año.

Como acciones específicas se estableció memorándum de entendimiento para reducir la adicción a drogas, programa integral de abusos de opioides y otras sustancias, administración de servicios de salud mental y abuso de sustancias, creación de una red para prevención del homicidio, creación de un equipo multidisciplinario de fuerza de tarea, expandir la cooperación binacional contra tráfico ilegal de personas, convocar grupo binacional de ciberseguridad para 2022, entre otras más.

“En este proceso se han seguido lineamientos congruentes con los principios y tiempos de la administración, la diplomacia y la norma jurídica”, subrayó el general Héctor Sánchez al precisar que el cambio en la administración de los Estados Unidos se dio en enero y para el 8 de junio se inició la formalización de una nueva relación bilateral con México, divulgando intenciones y firmando acuerdos de colaboración.

Es indiscutible que la unión entre países vinculados por la geografía fortalece cuando complementa intereses nacionales, coadyuva en la satisfacción de necesidades, enfrenta desafíos y adversidades comunes, y se da una relación de pares, expuso el maestro Sánchez al señalar “nos encontramos ante un cambio radical de la política del donante-receptor, ahora nos compromete fuertes, unidos y con relaciones de interdependencia, utilizando el criterio de igualdad que siempre demandamos”.

Es indiscutible que la unión entre países vinculados por la geografía fortalece cuando complementa intereses nacionales, coadyuva en la satisfacción de necesidades, enfrenta desafíos y adversidades comunes, y se da una relación de pares, expuso el maestro Sánchez al señalar “nos encontramos ante un cambio radical de la política del donante-receptor, ahora nos compromete fuertes, unidos y con relaciones de interdependencia, utilizando el criterio de igualdad que siempre demandamos”.

José María Ramos

El doctor José María Ramos, profesor-investigador de El Colegio de la Frontera Norte, mencionó que algunos retos para la región noroeste de México se enmarcan en el cambio de gobernadores en los seis estados fronterizos que son limítrofes con los Estados Unidos, lo que abre una agenda de espacio de colaboración.

La apertura de la frontera es uno de los temas centrales, ya que se mantuvo cerrada por criterios de seguridad nacional y por el contexto de pandemia, después de diez y nueve meses. Lo que provocó una diferencia en los niveles de vacunación entre México y los Estados Unidos, hecho que se considera como un desafío.

“Es fundamental seguir avanzando hacía una frontera segura desde el punto de vista de salud, seguridad multinivel y migración”, señaló el doctor Ramos al precisar que en los últimos cuatro años se ha dejado de lado la agenda de gobernadores fronterizos, que está a punto de cumplir cuarenta años.

Estas reuniones bilaterales fronterizas han sido un espacio muy importante para discutir temas trascendentales que comparten los estados fronterizos de ambos países. “Considero que en esta coyuntura es fundamental una reactivación sobre el tema de frontera, pero sobre todo el de gestionar los presentes y los futuros riesgos en materias de salud pública”, apuntó el académico de El Colef.

Resaltó que, a corto plazo, la selectividad de los niveles de vacunación representa un gran reto de control o rechazo por parte de los Estados Unidos, toda vez que las personas que recibieron la vacuna soviética o chinas no podrán ingresar a territorio estadounidense, debido a que no tienen el reconocimiento de la Organización Mundial de la Salud.

Otro tema importante es el T-MEC porque se asocia al diálogo económico de alto nivel luego de casi cinco años se reactiva y está muy ligado a la reactivación económica, sobre todo en este contexto donde se debate un acuerdo bipartidista que ha polarizado el apoyo de los demócratas y que es fundamental para Estados Unidos, por estar asociado al tema de la reactivación laboral.

A raíz del atentado terrorista hace veinte años, se creó toda una agenda para construir la frontera del futuro, con un principio fundamental pero que no se aplicó para el caso del COVID-19, y tiene que ver con fortalecer los controles de seguridad para evitar a los terroristas sin disminuir la agilización del cruce de personas, autos y mercancías.

“Este mecanismo ha funcionado perfectamente entre Tijuana y San Diego, incluso con la administración del presidente Donald Trump se reestructuró del lado de los Estados Unidos en cerca del sesenta por ciento”, dijo José María Ramos al señalar que este dispositivo de cruces fronterizos que se asocia a la propuesta política del siglo XXI es uno de los mejores mecanismos de gobernanza que existe a nivel internacional.

Este mecanismo se vio limitado por este criterio de seguridad nacional de la pasada administración que encabezó Trump, sobre todo porque con la gestión de la pandemia H1N1 que enfrentamos hace diez años, los instrumentos para construir una frontera segura de América del norte funcionaron de manera perfecta, pero en esta ocasión con la pandemia por coronavirus este mismo mecanismo de salud desafortunadamente no funcionó.

Otra oportunidad que se abre en el contexto del T-MEC corresponde al diálogo económico de alto nivel para la zona fronteriza entre México y los Estados Unidos, lo que debe resultar en avanzar en los recursos establecidos por el Banco de Desarrollo de América del Norte, para que la nueva administración de Biden priorice en la agenda verde.

“Para la región noroeste de México, donde todos los días estarían cruzando cerca de 500 mil personas en autos hacía Estados Unidos, una prioridad es sin duda una mejor gestión de la agenda fronteriza por lo que se debe tomar en cuenta la Agenda de Gobernadores Fronterizos”, reiteró el académico de El Colef.