México requiere una política ambiental que dé certidumbre al desarrollo sostenible
- Finaliza espacio en el que se revisaron aspectos relevantes del noroeste del país
Tijuana, B. C., a 24 de marzo de 2021.- México requiere de una política ambiental que le dé certidumbre al desarrollo sostenible, que vea por la conservación y la protección del medio ambiente, expuso el maestro Jesús Ruiz Barraza, Rector del Sistema CUT Universidad, en la clausura del Foro Noroeste: Desarrollo Regional, Economía Solidaria e Innovación Social.
En el cierre de dicho Foro se abordó el tema Cambio Climático, Desarrollo Sostenible y la Ciencia, espacio académico que contó con la participación de dos importantes expositores como el doctor Efraín Carlos Nieblas Ortiz, director de Protección al Ambiente en el Ayuntamiento de Mexicali en Baja California, y del ingeniero Francisco Farriols Sarabia, presidente fundador del Consejo Ecológico de Mazatlán.
El maestro Jesús Ruiz Barraza subrayó que el cambio climático puede perturbar seriamente la existencia de los seres humanos si no se actúa oportunamente, si no se toman las medidas necesarias para evitar que continúe el deterioro de la naturaleza, el derretimiento de los polos, el aumento del nivel del mar y que algunas poblaciones costeras se vean seriamente afectadas.
“Hace días leí que acaban de descubrir en Groenlandia árboles fósiles a dos mil quinientos metros de profundidad del hielo”, señaló el Rector del CUT al cuestionar los cambios que pudieron ocurrir en las condiciones climáticas para hoy ser testigos de este impresionante hallazgo que sucedió hace varios millones de años.
Hoy, de continuar las emisiones de gases de efecto invernadero con la misma intensidad “vamos a afectar seriamente a la naturaleza y, en general, el hábitat de toda la humanidad”, reiteró el académico.
El gobierno mexicano que encabeza Andrés Manuel López Obrador busca impulsar las energías limpias en el país, ejemplo de ellos es la Reforma Eléctrica que se acaba de aprobar en la que se contempla, en primer lugar, las hidroeléctricas que son tan limpias como la eólica, la solar y la geotermia.
“Se trata de recuperar la industria hidroeléctrica porque si seguimos como estamos, sin que funcionen las presas correctamente, en la temporada de torrenciales lluvias, continuarán las inundaciones en Tabasco y Chiapas, lo que también representa destrucción del medio ambiente”, sostuvo Ruiz Barraza.
El tema del Cambio Climático, Desarrollo Sostenible y la Ciencia, es el octavo foro sectorial que formó parte del Foro Noroeste: Desarrollo Regional, Economía Solidaria e Innovación Social, organizado por la Universidad de Tijuana CUT con el propósito de revisar los aspectos fundamentales del noroeste de México que requieren ser atendidos, en virtud de que esta región es considerada la cuenca del Golfo de California que incluye la Península de Baja California, los estados de Sonora, Sinaloa y Chihuahua.
Efraín Carlos Nieblas Ortiz
Para el doctor Efraín Carlos Nieblas Ortiz, director de Protección al Ambiente en el Ayuntamiento de Mexicali, en Baja California, resulta importante hablar de cambio climático porque se trata de un fenómeno global que “es fundamental atender para la sobrevivencia desde luego del ser humano, pero también para sostener los procesos naturales que hacen posible la vida en el planeta”.
Históricamente se tiene conocimiento de que el planeta ha venido evolucionando hace millones de años, se estima son 4 mil 500 millones de años de historia geológica lo que significa que el planeta ha estado desde entonces en un constante proceso de transformación.
El servidor público e investigador de la UABC comentó que en 1988 surge el Panel Intergubernamental de Expertos en Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), al que pertenecen científicos de más de 195 países que son el cuerpo académico y de investigación que informa respecto a los hallazgos importantes, pero también sobre los aspectos en los que todavía no se ponen de acuerdo y que requieren mayor investigación para tener conclusiones claras con relación al cambio climático.
Actualmente, este Panel Intergubernamental prepara el sexto informe de evaluación que será presentado en 2022, justo para la reunión de la Convención que sostendrán las Naciones Unidas sobre cambio climático, en el que se hará un primer balance de los resultados objetivos hasta el momento en el esfuerzo por mantener la temperatura global por debajo de los dos grados centígrados, con respecto a las temperaturas que se registraban en la era preindustrial.
“Recordemos que en el Acuerdo de París la aspiración es limitar el aumento de temperatura a 1.5 grados centígrados para que los impactos de este fenómeno no sean de manera abrupta ni irreversibles”, sostuvo el doctor Nieblas.
También dijo que las emisiones de gases de efecto invernadero han aumentado desde la era preindustrial, como consecuencia del crecimiento económico y demográfico a raíz del descubrimiento del carbón, la máquina de vapor, la explotación y el uso de combustibles fósiles a partir del petróleo, por lo que estas emisiones no han bajado y, por el contrario, van en aumento.
“No hay ninguna duda de que el cambio climático está trastocando la actividad no sólo humana, sino también la actividad de los procesos naturales”, enfatizó el biólogo.
En relación con lo que expresa el reporte del IPCC, con relación a los futuros cambios y los riesgos, señala que la emisión continua de gases de efecto invernadero causará un mayor calentamiento y trastoca todos los componentes del sistema climático.
“No olvidemos que el desarrollo de la humanidad, de las ciudades, de las regiones y de los países, depende de la disponibilidad de los recursos naturales, por lo que es importante no perder de vista la interrelación estrecha que existe entre la salud de los ecosistemas y los procesos que sostienen la vida para que el desarrollo de la humanidad pueda ser posible”, destacó Efraín Niebla.
En el caso de México, a partir del año 2000 se han desarrollado importantes arreglos institucionales y una base normativa, además de programas y la asignación de presupuesto, todo ello orientado a definir una política nacional de cambio climático. A nivel federal, se cuenta con cuatro elementos fundamentales: la Ley General de Cambio Climático, la Estrategia Nacional de Cambio Climático, el Programa Especial de Cambio Climático y el Anexo Técnico del Presupuesto de Egresos de la federación orientado al gasto hacía estos programas de cambio climático.
“Este trabajo nos ha posicionado como un país innovador, propositivo en la materia, vamos por delante de muchos otros países, pero eso no quiere decir que estemos en el camino correcto en términos de cumplimiento de las metas y objetivos trazados en cada uno de estos instrumentos”, expresó el director de Protección al Ambiente en Mexicali.
Subrayó que México no es un país fuertemente emisor de gases de efecto invernadero, apenas aporta el 1.6 por ciento de las emisiones totales a nivel mundial, pero somos altamente vulnerables a sus efectos.
Ante esta situación, se ha asumido la meta aspiracional para reducir en un 50 por ciento las emisiones de gas de efecto invernadero para el año 2050, siempre y cuando, en el contexto internacional, se cumplan con los compromisos compartidos pero diferenciados con relación a los países altamente emisores que deben tener mayor responsabilidad en la disminución de estos gases.
Francisco Farriols Sarabia
El ingeniero Francisco Farriols Sarabia, presidente fundador del Consejo Ecológico de Mazatlán, inició su participación con la frase “urge educar en la biodiversidad” del doctor José Sarukhán. En este sentido, el asesor ambiental resaltó que la biodiversidad es un tema que si bien se ha tratado en diversos espacios “no se atiende y se relega mucho incluso en las universidades”.
Recordó que en su infancia le decían que México tenía la forma del cuerno de la abundancia, donde los recursos naturales se desbordaban. “Nuestro país era megadiverso, extraordinariamente rico en endemismos, pero sucede que lo que no se conoce no se valora”, apuntó el especialista en temas del medio ambiente.
También hizo referencia a la frase “no quiero que tengas esperanza, quiero que entres en pánico”, de la ambientalista Greta Thunberg, con relación a que si los gobiernos a nivel mundial, si la humanidad no toma conciencia del daño ambiental que se le está ocasionando al planeta y persiste esa “insaciable sed material”, entonces no será posible conservar, proteger y restaurar el medio ambiente.
Francisco Farriols destacó que ya se han hecho muchos esfuerzos en materia de medio ambiente, desde la Declaración de Río en 1992 con la proclamación de 27 principios que sólo quedaron impresos en letra. Luego surge la Agenda 21 en la que se aborda la problemática apremiante y trata de preparar al mundo para los desafíos del próximo siglo.
“En septiembre de 2020, en una reunión de Naciones Unidas sobre la biodiversidad y el cambio climático, se llegó a la conclusión de que de todos los acuerdos tomados hace diez años, en ninguno se cumplieron las metas”, subrayó el ambientalista al precisar que para hacer las paces con la naturaleza, se logra la Agenda 2030 en la que se resalta la necesidad de que la sociedad global impulse la sustentabilidad “pero yo no tengo muchas esperanzas porque como ha sucedido antes todo se queda en letra muerta”.
Señaló que es necesario acordar acciones en las que se pone a la naturaleza como el centro de la toma de decisiones, lo que será clave para lograr un cambio verdaderamente transformador, sobre todo ante la aparición de enfermedades que pueden dañar seriamente a la humanidad, tal y como sucede en este momento con la pandemia por COVID-19. “Esta es una oportunidad única de invertir en la naturaleza y alcanzar la meta de cero emisiones para el 2050”.
También mencionó que el acuerdo original del Tratado de Libre Comercio, en el año 2000, se incluía un Documento guía que buscaba un mejor desempeño y cumplimiento ambiental que no se respetó. Otro dato interesante al que se refirió Farriols es el tema abordado por María Elena Álvarez Buylla, entonces directora del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), en el que identifica en México al menos 50 regiones de emergencia ambiental “a las que ella misma llamó «infiernos ambientales»” debido a su grado de contaminación del agua, suelo y aire. Al mismo tiempo, Andrés Barreda, entonces coordinador de Pronaces Agentes Tóxicos y Procesos Contaminantes, e investigador de la Facultad de Economía de la UNAM, encuentra que esos “infiernos ambientales” se ubican en zonas en donde se llevaron a cabo los procesos industriales del TLC, a través de diferentes corredores de industrialización en todo el país.
“Entonces no sirvió absolutamente de nada que existiera un Documento guía, cómo no va a servir de nada que exista un nuevo tratado comercial”, precisó el ingeniero Francisco Farriols al comentar que el último programa ambiental de la SEMARNAT fue la campaña para evitar el uso del popote.
En la actualidad se habla mucho de sustentabilidad indicó Farriols Sarabia, al revelar que, aunque México no es la excepción en la tendencia global del deterioro de ecosistemas y de la pérdida en especies que se han documentado en los últimos 25 años, los resultados de la actividad humana en las últimas décadas se han traducido en la crisis de la biodiversidad y en el desgaste de la condición integral de los ecosistemas.
En México, dijo el ambientalista, dentro de lo que es nuestro capital natural, tenemos el 34 por ciento que está bien preservado, un 33 por ciento se encuentra degradado y otro porcentaje igual está totalmente transformado. Mientras Baja California, por ejemplo, es uno de los estados con menos transformación antropogénica, el caso de Sinaloa enfrenta el riesgo de sustentabilidad por no contar con políticas ambientales correctas y concretas. En tanto, la entidad de Veracruz forma parte del desarrollo no sustentable por perder ya su capital natural por lo degradado de su territorio.
En este sentido, resaltó que no existe una política ambiental de parte de ninguno de los tres niveles de gobierno en México, por lo que el futuro está ligado a acciones globales tales como solucionar desastres como Chernóbil, Fukushima, Islas Marshall, y a realizar acciones particulares para conservar el bosque caducifolio de Sinaloa. “No hay de otra, o buscamos mantener sanos nuestros ecosistemas o nos preparamos para nuevas enfermedades cada vez más devastadoras para la población humana”, finalizó.
En su mensaje de clausura, el maestro Jesús Ruiz Barraza dirigió a los invitados de esta octava edición del Foro Noroeste, a quienes les expresó el reconocimiento de la Universidad por compartir su sabiduría, su talento y su gran cultura, a favor de la prevención del cambio climático, a favor de la conservación del medio ambiente, por lo que les agradeció su brillante participación. “Hago votos porque volvamos a encontrarnos muy pronto en algún otro evento en el que podamos intercambiar ideas”, sostuvo el Rector de la Universidad de Tijuana CUT.