Cómo se relaciona la criminología con los colores

  • Waleska Fuentes participó en la Semana de la Mujer 2025 del CUT Universidad

Tijuana, B. C., a 06 de marzo de 2025.- La maestra Iris Adriana Waleska Fuentes, especialista en Criminología, compartió sobre cómo, desde pequeños y aún en la adultez, hombres y mujeres suelen asociar los colores con las emociones, lugares y circunstancias que se les presentan a lo largo de la vida.

En este contexto, hizo una invitación a pensar en la criminología y cómo, al principio, no se asocia un color en particular con esta disciplina. Si se pide relacionarse, probablemente se pensaría en el color gris, debido a la conexión que los seres humanos tienen con los criminales y la percepción negativa que estos generan.

Sin embargo, al profundizar en la criminología, se puede llegar a entender que hay una gama mucho más amplia de colores, cada uno con un significado particular, tal como la maestra Waleska Fuentes lo explicó al participar en la Semana de la Mujer 2025: Mujeres y Praxis. Testimonios Vivos, organizado por Difusión Cultural de la Universidad de Tijuana CUT.

Al exponer un ejemplo de lo anterior, dijo que, en el caso de los delitos cometidos por personas con alto poder adquisitivo, se les denomina delitos de cuello blanco. Este término hace referencia a los crímenes no violentos que suelen estar relacionados con el fraude, la corrupción o el abuso de poder, y se distinguen por ser cometidos por individuos de clase alta o media-alta, generalmente en entornos profesionales.

El color negro, por su parte, se vincula con la cifra negra, un concepto utilizado en criminología para referirse a los delitos que no son denunciados o que no llegan a ser investigados por las autoridades. Esta cifra no oficial, que incluye todos los actos criminales no registrados, incrementa la estadística de criminalidad, lo que resalta una de las principales limitaciones del sistema penal.

El color rojo, comúnmente asociado con la pasión, se conecta con los delitos pasionales. Estos delitos, motivados por cuestiones sentimentales o emocionales, generalmente ocurren en el contexto de relaciones amorosas. La motivación detrás de estos crímenes es, muchas veces, un exceso de celos, ira o frustración, y su naturaleza emocional los convierte en uno de los tipos de delito más complejos de analizar.

El color naranja, en cambio, se relaciona con la lucha por la prevención de la violencia de género, especialmente contra mujeres, niños, niñas y adolescentes. En los últimos años, este color ha sido adoptado como símbolo de la demanda de respeto por los derechos humanos, con el fin de generar conciencia y visibilizar la importancia de la igualdad y el respeto.

En cuanto a los delitos cometidos contra el medio ambiente, como la tala ilegal de árboles o el maltrato animal, estos se asocian con el color verde. Este color simboliza la relación entre los crímenes ecológicos y la necesidad de proteger nuestro entorno natural, para garantizar la sostenibilidad del planeta.

Aunque se podría continuar analizando cada color del arcoíris en relación con diferentes tipos de delitos, lo más importante es comprender que la criminología no se limita a un solo color, sino que es una disciplina que abarca una vasta variedad de perspectivas. Cada investigación criminológica depende del ángulo desde el cual se observe, y su análisis puede cambiar de acuerdo con la visión de quien la examine.

Waleska Fuentes no solo hizo una invitación a los estudiantes del CUT para ampliar su visión y utilizar toda la paleta de colores para entender la criminología, sino también los exhortó a reflexionar sobre su contribución actual al mundo, en particular en el ámbito de las ciencias forenses.

Redacción del licenciado Carlos Sebastián Vidaure González, coordinador Académico de la Licenciatura en Ciencias Forenses de la Universidad de Tijuana.