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Violencia con rostro humano: comprender la intención detrás del daño

  • Reyes Álvarez invita a reflexionar sobre la violencia como fenómeno cultural, multicausal e intencional

Tijuana, B. C., a 16 de octubre de 2025.- “Todos tenemos la capacidad de hacer daño, pero también la responsabilidad de no hacerlo”, con esta reflexión, el maestro Reyes Santiago Álvarez Salas, especialista en psicología forense, dio inicio su conferencia «Evaluación de riesgo de conducta violenta en contextos forenses y clínicos», en el marco del quinto Congreso Nacional de Ciencias Forenses, celebrado en la Universidad de Tijuana CUT.

Durante su intervención, el maestro Álvarez Salas abordó los principales criterios, metodologías e implicaciones éticas que intervienen en la valoración del riesgo de violencia, destacando su relevancia para la práctica profesional en las ciencias forenses.

La conferencia fue concebida como una charla introductoria, dirigida especialmente a estudiantes de la Licenciatura en Ciencias Forenses, aunque también abierta a otras disciplinas interesadas, con la presencia de alumnos de la carrera de Psicología, interesados en el fenómeno de la violencia desde una perspectiva clínica y social.

Uno de los puntos centrales fue la diferenciación entre agresión y violencia, conceptos que suelen confundirse pero que poseen implicaciones distintas. Mientras la agresión puede entenderse como una respuesta adaptativa del organismo ante amenazas, la violencia implica una transgresión de normas sociales y un daño deliberado al bienestar común, afectando el tejido social.

El maestro subrayó que la evaluación del riesgo de conducta violenta requiere una formación especializada, ya que implica emitir dictámenes con impacto legal y social. Asimismo, invitó a los asistentes a reflexionar sobre cómo las emociones como el miedo, la tristeza o el enojo, frecuentemente estigmatizadas, cumplen funciones adaptativas esenciales en la experiencia humana.

La conferencia también destacó la importancia de la sensibilización en el ámbito forense. Tal como lo expresó el maestro Reyes Álvarez, “estos espacios no solo son para aprender, sino para sensibilizarnos ante las realidades que enfrentamos como profesionales”. Reconoció que aún hay mucho trabajo por hacer, pero que este debe partir de una comprensión profunda de los contextos sociales y emocionales que rodean la conducta humana.

En una dinámica participativa, el maestro Álvarez Salas planteó una la pregunta ¿Para qué sirve el enojo? Más allá de sus consecuencias, el enojo tiene una función adaptativa relacionada con la supervivencia y la expresión emocional. Sin embargo, su manifestación varía según la intensidad, el contexto y la interpretación personal de cada individuo. Lo que a una persona le genera enojo, a otra puede resultar indiferente.

Esta diversidad emocional llevó a una reflexión más profunda sobre la violencia no puede entenderse sin considerar su dimensión cultural. Desde los patrones familiares hasta las modas urbanas, la violencia se aprende, se normaliza y se reproduce en distintos entornos.

Ejemplos recientes de la región, como el atentado con drones en Playas de Tijuana o los disturbios en las Fiestas del Sol, en Mexicali, fueron mencionados como evidencia de cómo los fenómenos sociales actuales influyen en la conducta violenta.

El especialista en neurocriminología destacó que la violencia es multicausal; puede surgir por frustración, desigualdad, falta de oportunidades, o incluso por normas sociales que ya no responden a las necesidades de la comunidad. Citando al sociólogo Émile Durkheim, explicó que el delito es un fenómeno natural en toda sociedad, una señal de que algo necesita cambiar. Así como los síntomas físicos alertan sobre una enfermedad, los actos violentos revelan fallas estructurales que requieren atención y prevención.

Se abordó la intencionalidad como elemento clave que distingue la violencia de la agresión. Mientras la agresión puede surgir como una reacción instintiva, la violencia implica una decisión consciente de causar daño, muchas veces justificada por experiencias personales de dolor, injusticia o pérdida. Esta dimensión intencional convierte a la violencia en un fenómeno profundamente humano y complejo.

Álvarez Salas explicó que la violencia es infrecuente, pero no ajena. Casos como desapariciones, feminicidios o ataques deliberados en la región muestran que la violencia se cultiva en contextos sociales específicos, donde las creencias, ideologías y carencias estructurales juegan un papel determinante.

La definición de violencia, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), incluye el uso intencional de la fuerza o poder, real o como amenaza, que puede resultar en daño físico, psicológico, privación o incluso muerte.

Además, se destacó que todos los seres humanos tienen la capacidad de ejercer violencia, pero lo que marca la diferencia es la resiliencia, el contexto social, las habilidades emocionales y las estrategias de afrontamiento. La evaluación del riesgo de violencia no se limita a analizar la conducta, sino que debe considerar las intenciones, consecuencias y factores de riesgo que la rodean.

El maestro Reyes Álvarez también enfatizó que existen herramientas específicas para cada tipo de violencia: interpersonal, sexual, de pareja, institucional, laboral, patriarcal, entre otras. Cada una requiere un enfoque teórico y metodológico distinto, lo que refuerza la necesidad de una formación especializada y una mirada crítica desde las ciencias forenses.

Para el coordinador Académico de Ciencias Forenses, Carlos Sebastián Vidaure Gutiérrez, la conferencia del maestro Reyes Álvarez dejó una profunda huella en los asistentes, al ofrecer no solo herramientas teóricas y metodológica, sino también una invitación a la reflexión sobre el papel que cada uno juega en la construcción de una sociedad más justa y menos violenta.

La ponencia ofreció una mirada profunda y crítica sobre los factores que intervienen en la conducta violenta, destacando la importancia de comprender no sólo el acto, sino la intención detrás de él explicó Sebastián Vidaure al precisar que la Universidad de Tijuana reafirma con este tipo de actividades su compromiso con la formación integral y la sensibilización de sus estudiantes antes los retos contemporáneos.

Al finalizar la conferencia, el coordinador Académico de la Licenciatura en Ciencias Forenses en el CUT, entregó un reconocimiento al maestro Reyes Santiago Álvarez Salas, en agradecimiento por su valiosa participación en el 5to Congreso Nacional de Ciencias Forenses y por compartir su experiencia y conocimiento con los estudiantes de esta casa de estudios.