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“Resistir para vivir”: Nadya Rasheed comparte la lucha del pueblo palestino en el CUT

  • Embajadora de Palestina en México conmueve con un llamado urgente por la justicia y la paz

Tijuana, B.C., 24 de octubre de 2025.- “No hay palabras que puedan describir el dolor de ver a un niño morir por falta de agua o comida. Pero incluso en medio del horror, el pueblo palestino sigue resistiendo, porque resistir es vivir”. Con estas palabras, la embajadora del Estado de Palestina en México, Nadya Rasheed, conmovió a los más de 250 asistentes que se dieron cita en el Salón de Usos Múltiples del Campus Altamira de la Universidad de Tijuana CUT, durante la conferencia magistral «Resistir para vivir: Palestina ante el genocidio y la promesa de libertad».

La embajadora ofreció un testimonio desgarrador sobre la situación en Gaza, denunciando las violaciones sistemáticas a los derechos humanos y el sufrimiento de miles de familias palestinas. “No estamos hablando de un conflicto, estamos hablando de un genocidio. Y el silencio también es cómplice”, afirmó con voz firme, haciendo un llamado urgente a la comunidad internacional para que actúe con justicia y humanidad.

Rasheed agradeció la solidaridad del pueblo mexicano y destacó la importancia de espacios como el que ofrece la Universidad de Tijuana para visibilizar la lucha palestina. “La esperanza no ha muerto en Palestina. Mientras haya quienes escuchen, quienes se solidaricen, seguiremos luchando”, expresó.

El evento contó también con la participación del diputado federal Gilberto Herrera, integrante del Grupo de Amistad México-Palestina, quien reafirmó el compromiso del Congreso de la Unión con la causa palestina.  “México no es amigo de ningún Estado genocida. No instalamos el grupo de amistad con Israel porque no podemos ser cómplices del sufrimiento de un pueblo”, declaró. Además, anunció gestiones para establecer una embajada mexicana en Palestina y brindar apoyo legal a ciudadanos mexicanos que participaron en una flotilla humanitaria con destino a Gaza.

En un gesto de solidaridad concreta, Herrera informó que México pondrá a disposición de niñas y niños palestinos que han sufrido mutilaciones durante el conflicto, el apoyo médico de especialistas mexicanos. “Nuestros médicos y médicas están listos para brindar atención, rehabilitación y prótesis a quienes lo necesiten, para que puedan recuperar su infancia”, expresó con emoción.

Visiblemente conmovida, Rasheed agradeció el gesto y reiteró su reconocimiento al pueblo mexicano: “Saludo con toda Palestina en mi alma, con admiración por cada uno de sus corazones que laten junto al nuestro en esta lucha incansable por ser libres, soberanos y rescatados”.

La embajadora compartió cifras alarmantes sobre el genocidio en Gaza, citando datos de la Universidad de Harvard que estiman más de 400 mil víctimas en dos años. “No son cifras, son familias borradas; generaciones silenciadas. Sueños enterrados bajo los escombros”, denunció. Recordó también el asesinato de más de 20 mil niños y niñas, y la destrucción sistemática de iglesias, mezquitas, hospitales y hogares.

Rasheed subrayó que el reciente anuncio de un alto al fuego no representa una paz verdadera. “Puede traer un respiro, pero no puede devolver a los muertos ni sanar a los vivos. La paz no comienza cuando dejan de caer las bombas, sino cuando deja de respirarse la opresión”, afirmó. Denunció además que Israel ha violado el cese al fuego más de 80 veces desde su entrada en vigor, mientras la ayuda humanitaria sigue siendo bloqueada.

Uno de los momentos más emotivos de la conferencia fue cuando recordó a los niños del hospital al-Shifa, quienes en noviembre de 2023 suplicaban por su derecho a vivir: “Queremos medicina, comida y educación. Queremos vivir como viven otros niños”. Con voz firme, Rasheed concluyó: “Sobrevivir se ha convertido en un acto de desafío. Gaza ha transformado la supervivencia en un lenguaje: el lenguaje de la existencia, de la dignidad, de la verdad”.

En el cierre de su intervención, la embajadora hizo un llamado urgente a la comunidad internacional para exigir justicia, transparencia y rendición de cuentas. “Debe haber un embargo inmediato de armas a Israel, sanciones económicas, libertad para los más de 10 mil palestinos encarcelados y reparaciones para nuestra nación destruida. Los criminales de guerra deben ser juzgados en La Haya, sin importar qué nación poderosa se oponga”, sentenció.

Desde la ciudad fronteriza de Tijuana, Rasheed trazó un paralelismo entre los muros que dividen pueblos y los que fragmentan la dignidad humana. “Aquí también la frontera nos recuerda el dolor de la separación, pero también la fuerza de la solidaridad. Por eso, desde Tijuana, levantamos la voz para afirmar que los muros no pueden contener la esperanza ni el derecho a la libertad”.

La conferencia concluyó con la entrega de un reconocimiento a la embajadora y la ovación final fue un reflejo del profundo impacto que dejó su mensaje en los corazones de los asistentes.

“Esto no es el final, es solo el comienzo. Porque la justicia no es un gesto diplomático, es la medida mínima de nuestra humanidad compartida”, concluyó la diplomática palestina Nadya Rasheed, dejando en Tijuana un mensaje de esperanza, resistencia y unidad entre los pueblos.