
Psicología del trabajo frente a sus paradojas: salud, sufrimiento y resistencia al mundo laboral
- Análisis crítico sobre cómo el trabajo impacta la salud mental y bienestar de las personas
Tijuana, B. C., a 13 de julio de 2025.- Como parte del cierre de las actividades del Congreso Regional en Psicología 2025, tuvo lugar la conferencia «Psicología del trabajo y riesgos psicosociales en el campo de la salud en el trabajo», impartida por el académico Jorge Ignacio Sandoval Ocaña, profesor de carrera titular A de tiempo completo y con más de 30 años de trayectoria en estudios de la psicología del trabajo.
Durante su intervención, el doctor Jorge Sandoval ofreció una mirada crítica y profunda sobre la evolución histórica de la psicología del trabajo, destacando cómo esta disciplina, originalmente conocida como psicología industrial, surgió a finales del siglo XIX con el objetivo de estudiar los efectos negativos del trabajo sobre la salud física y mental de los trabajadores. Sin embargo, con el paso del tiempo, esta perspectiva fue desplazada por un enfoque centrado en la eficiencia organizacional, subordinado la salud de los trabajadores a los intereses productivos de las empresas.
Sandoval Ocaña subrayó la necesidad de recuperar una visión teórica y crítica de la práctica psicológica en el ámbito laboral, alejándose de una aplicación meramente técnica y empírica. “Durante décadas, la psicología del trabajo ha seguido las exigencias del mercado, perdiendo de vista su compromiso con el bienestar de las personas trabajadoras”, señaló.
Asimismo, el académico hizo énfasis en las aportaciones latinoamericanas al campo de la salud en el trabajo, muchas veces ignoradas por las corrientes dominantes en Estados Unidos y Europa. Recordó el papel pionero de México en el desarrollo de la medicina social y los estudios sobre condiciones laborales en las maquiladoras de la frontera norte, así como la importancia de integrar disciplinas como la sociología, la antropología, la ergonomía y la economía en el análisis de los riesgos psicosociales.
La conferencia también abordo temas contemporáneos como el estrés laboral, la resiliencia y la llamada salud organizacional, cuestionando su uso como herramientas para mantener la productividad a costa del bienestar de los trabajadores.
Sandoval Ocaña planteó una de las grandes paradojas del trabajo: su capacidad para ser tanto una fuente de desarrollo como enfermedad. “El trabajo puede contribuir a la formación de la personalidad, la creatividad y el desarrollo de todas las potencialidades del individuo, o puede enfermar, alienar y matar”, afirmó. Ante el escepticismo de algunos profesionales de la salud, el académico recordó que existen múltiples evidencias que demuestran cómo las condiciones laborales pueden ser letales, como lo muestran diversos estudios sobre las maquiladoras en la frontera norte de México.
Según datos de la Organización Internacional del Trabajo, hacia finales de los años noventa, las personas dedican entre el 42 y 44% de su vida al trabajo. Esta centralidad del trabajo en la vida humana lo convierte en un factor determinante para la salud física y mental. Sin embargo, cuando el trabajo se organiza en función de los intereses del capital y no del bienestar humano, se convierte en un generador de enfermedades.
Explicó que esta problemática no se debe a una supuesta debilidad individual, sino a las condiciones estructurales del trabajo en las sociedades capitalistas. “El cuerpo, la mente y la convivencia del trabajador se desgastan en la búsqueda de la máxima ganancia empresarial”, señaló.
A principios del siglo XX, comenzaron a reconocerse los llamados factores psicosociales en el trabajo, aunque en México este enfoque ha tardado en consolidarse. Desde la perspectiva de la medicina social, hoy denominada salud colectiva, la salud no es simplemente la ausencia de enfermedad, sino un proceso dinámico determinado por factores sociales, económicos y políticos. En este sentido, el trabajo se reconoce como un determinante fundamental de la salud y la enfermedad.
Finalmente, el académico destacó que uno de los principales daños identificados en los estudios latinoamericanos sobre salud laboral son las alteraciones mentales derivadas de las condiciones de trabajo. Sin embargo, advirtió que hablar de ‘salud mental’ de forma aislada puede ser suficiente, y propuso una comprensión más amplia que considere los trastornos mentales como parte del entorno laboral.