A prueba el papel de la familia ante la pandemia del COVID-19
- Esta pandemia ha tenido efectos muy diversos en todo el mundo: Dr. Hugo Wright
Tijuana, B. C., a 24 de julio de 2020.- El papel de familia está a prueba ante las circunstancias que enfrenta la sociedad mundial por la pandemia del COVID-19, enfatizó el psicólogo Hugo Wright Villela, catedrático de la Licenciatura en Psicología en la Universidad de Tijuana CUT.
“Ser familias cuando las cosas son difíciles es otro nivel”, expuso el especialista en terapia familiar y de pareja en su participación en el espacio de Vida Universitaria de CUT Universidad, al precisar que en esta pandemia se debe “promover la esperanza de que somos una sociedad fuerte, resiliente, es un momento de prueba que determinará cuál es nuestra fortaleza”.
Explicó que está pandemia ha tenido efectos muy diversos en todo el mundo, particularmente, es un fenómeno que se vuelve interesantes para los psicólogos desde la perspectiva del virus a la enfermedad del COVID-19. También hizo referencia a una serie de impactos que se presentan en la humanidad por la cuestión de la cuarentena. “Esta pandemia ha puesto en evidencia muchos problemas de tipo social, moral, legal, e incluso, gubernamental, que nos han impactado de formas muy diversas”.
En una videoconferencia con alumnos de la Licenciatura en Psicología de la Universidad de Tijuana CUT, el doctor Hugo Wright impartió el tema Lecciones de vida familiar ante las circunstancias del COVID-19 y la cuarentena. El especialista con más de treinta años de experiencia en psicología clínica detalló el impacto que ha tenido el virus y la cuarentena en la familia, además describió antecedente histórico y consecuencias generales de las pandemias que han antecedido al COVID-19 como la gripe española en 1918 y gripe asiática en 1957, el SIDA en la década de los ochentas, y la Influenza AH1N1 en 2009.
“La situación del COVID-19 es una pandemia que nos vino a cambiar al mundo en la forma en que interactuamos, incluso en la cuestión cultural, ya no podemos relacionarnos tan fácil como lo hacíamos antes”, señaló.
Salud ante COVID-19
De la cuarentena necesaria para controlar el COVID-19, hay varios efectos relacionados con el estilo de vida, en este caso se refirió específicamente al papel de los medios de comunicación y el acceso a la información. “Las redes sociales han expuesto precisamente la fragilidad física, social, mental y moral, que tenemos los seres humanos, incluso nuestro gobierno no ha sabido de repente cómo responder a esta pandemia”.
Este cambio social emanado de la pandemia, el acceso a la información se ha dado de manera más rápida y al instante. “Con tu celular tienes literalmente al mundo en las manos”. El aprendizaje que deja esta experiencia del COVID-19 es la resiliencia y un proceso de adaptación que permita enfrentar las dificultades, tales como entender los efectos de la enfermedad y su impacto, así coco manejar un concepto de salud más allá del bienestar físico.
“La salud es una cuestión integral que incluye el aspecto físico, psicológico, social, incluso trascendental. Estos efectos en la salud son aspectos que tenemos que considerar cuando nos enfrentamos con un problema como el COVID-19”, resaltó el doctor Wright al precisar que el impacto más fuerte de esta pandemia ha pegado al núcleo más básico de la sociedad, que es la familia.
Impacto del COVID-19 en la familia
Violencia de género en tiempos de COVID-19, es la encuesta de ENKOLL, empresa de marketing y estadística pública, que se realizó del 16 al 19 de mayo del presente año, entre 1,506 mujeres mayores de 15 años, para conocer el impacto de la pandemia en la relación familiar.
El estudio reveló que la agresión contra mujeres aumento en un 31% desde el inicio del confinamiento. El 51% de las mujeres sufrió violencia emocional. Otro 22% sufrió violencia económica. Un 16% reporto haber sufrido agresión física, mientras un 11% fue agredida sexualmente. El 82% fue violentada por un hombre como su pareja, padre, tío, primo; y un 18% sufrió violencia por otra mujer que pudo ser su hermana y/o madre. Un 34% de las mujeres no pidió ayuda.
Otro impacto interesante del COVID-19, es el incremento en un 20% del consumo de alcohol entre personas de 15 a 49 años según un reporte de la Organización Mundial de la Salud. Aunque no hay datos precisos respecto a depresión o ansiedad por cuestión de la cuarentena, diversas instituciones públicas y privadas del sector salud nacional, declaran un incremento en estas dos patologías en base a las ventas de antidepresivos y ansiolíticos que registran un aumento del 10%.
Algunos efectos menos evidentes
Entre los efectos menos inmediatos que se enfrentan con el COVID-19, el doctor Hugo Wright mencionó la restricción del contacto físico que puede sonar como indispensable para el control de esta pandemia, pero con seguridad tendrá un impacto en el desarrollo emocional de los niños. “Para el niño el concepto de amor, el sentirse querido a su corta edad muchas veces no lo alcanza a comprender en su totalidad como lo hace un adulto”.
Otro efecto es la lectura gestual que, con el uso del cubrebocas, se pierde la posibilidad de la comunicación no verbal, ya que mucha de la percepción del mundo no viene de lo que se dice, de lo que se ve o se entiende, esa visión implica esa expresión gestual que al momento de usar un cubrebocas se pierde.
Los psicólogos han dejado de atender a sus pacientes de manera presencial, ahora lo hacen en línea y en ese tipo de comunicación se pierden detalles. “Cuando el paciente llega al consultorio y lo ves físicamente, es fácil percibir si viene bien arreglado, limpio y hasta si huele bien, porque el aseo personal es uno de los primeros impactos que se observa en la persona deprimida. Pero es difícil advertir que tan alineada esta la persona en su aspecto físico cuando la estás viendo a través de una video llamada”, explicó.
Con el confinamiento hay un aumento del estrés y la hipervigilancia, el saber que la enfermedad está ahí genera un alto nivel de estrés. “Estamos más vigilantes de cuando alguien tose, entonces inmediatamente volteamos a ver por qué está tosiendo”. Otro ejemplo sería aquellas personas que todavía se presentan a sus centros de trabajo porque no hay otra opción, lo que aumenta su estrés, y quienes trabajan desde casa, ese estrés se crea por la salud de la familia. Ambos ambientes provocan incertidumbre, lo que genera miedo constante hasta convertirse en crónico. Ese miedo suele incrementar el estrés y la ansiedad al presentarse la incertidumbre laboral y financiera.
Un efecto más es la convivencia en espacios cerraros. Los seres humanos en entornos muy pequeños o aislados, el nivel de estrés tiende a incrementarse y en estos espacios breves son más propensos a las dificultades.
Otro efecto es la incapacidad de los padres para lidiar con los hijos ahora que las escuelas, sobre todo en el nivel básico, han tenido que adaptarse a las clases a distancia. Las personas que tienen TOC (Trastorno Obsesivo Compulsivo) también generan comportamientos más agresivos ante la ansiedad que les produce el no desplazarse a otros espacios como hacer ejercicio o realizar actividades de diversión, esa tensión acumulada provoca conflictos en el medio familiar. Un grupo de alto riesgo para efectos secundarios son los menores de 21 años, quienes han registrado un aumento en los tics, ataques de ansiedad o pánico, se les desarrollan fobias o manías, como resultado del estrés.
Qué hacer ante la situación del COVID-19 y la cuarentena
El COVID-19 es un problema que tenemos encima y su afectación será a largo plazo. Los psicólogos serán considerados como personal de salud esencial porque van a tener que lidiar con todos estos aspectos de violencia, ansiedad, estrés, depresión, problemas de pareja y de familia. “En lo que va de este mes, mi consulta en terapia de pareja ha aumentado significativamente porque el encierro está provocando conflictos”, mencionó el doctor Hugo Wright.
Expuso que los efectos que se han presentado a partir del COVID-19 continuarán todavía después en una segunda pandemia de salud mental y los psicólogos van a tener que aprender a manejar esta situación, desde muchos puntos de vista como brindar habilidades para desarrollar una capacidad de adaptación “es mucho más fácil decirlo que hacerlo”, porque dependerá de las circunstancias de cada persona.
Otro elemento fundamental es el equilibrio emocional que va de la mano con la capacidad de dialogar y de ser constructivos para alcanzar un consenso familiar. Se debe aprender a disfrutar del momento que se vive, en un espacio que nos pone a prueba, en situaciones en las que no se está acostumbrado. Para ello, es indispensable desarrollar actividades con la familia que permitan una convivencia sana, un buen manejo de las emociones, que facilite el desarrollo de valores como la empatía, la gratitud, la comprensión y la obediencia.
El aquí y el ahora se vuelve muy importante. “Ninguno de nosotros estaba preparado para enfrentar una pandemia, estamos tan inmiscuidos en un mundo acelerado de dinero y materialismo, que olvidamos que el verdadero valor está en la gente que amamos”, indicó el especialista en terapia familiar.
Un elemento esencial más es contar con un plan de vida que no solo permita disfrutar de lo básico, de lo vital, de la familia, sino que promueva la integridad “que nos invite a actuar, sentir y pensar con congruencia porque no podemos llevar una doble vida. Ser integro implica tener una comunicación abierta, honesta y sincera”, finalizó.