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La criminología educativa como motor de cambio social

  • Visualizar la prevención con enfoque ético y social desde los derechos humanos

Tijuana, B. C., a 16 de octubre de 2025.- En el marco de la quinta edición del Congreso Nacional de Ciencias Forenses «Enfoque en la investigación con perspectiva de género y derechos humanos», la maestra Marisol Madero Plascencia, directora de la Red Nacional de Prevención, ofreció la conferencia magistral «Criminología educativa con enfoque a derechos humanos», en la que compartió su experiencia profesional y reflexionó sobre los retos que enfrenta la criminología en el ámbito educativo.

“Soy criminóloga por profesión, por convicción y por pasión”, expresó Marisol Madero al iniciar su participación destacando la importancia de la prevención como eje de su trayectoria. Desde sus primeros pasos como voluntaria en Centros de Prevención Juvenil, la especialista ha apostado por el diseño de intervenciones preventivas en instituciones educativas, convencida de que la criminología puede y debe tener un papel activo en la formación de entornos escolares más seguros y justos.

Uno de los ejes centrales de su ponencia fue el desconocimiento social que persiste en torno a las ciencias forenses y la criminología. “La realidad es que todavía existe un desconocimiento social. Eso es lo que quiero justamente que hablemos el día de hoy”, señaló, aludiendo a los estereotipos que reducen estas disciplinas a imágenes de violencia, sangre y criminalidad.

Madero enfatizó que es responsabilidad de los propios estudiantes y profesionales del área cambiar esa percepción, comenzando por la congruencia entre lo que se estudia y lo que se comunica públicamente, especialmente en redes sociales.

Durante su intervención, la maestra Marisol Madero invitó a los asistentes a reflexionar sobre el entorno social en el que se desarrollan niñas, niños y adolescentes en México. A través del caso hipotético de “Juanito”, ilustró cómo la sociedad tiende a etiquetar y excluir sin considerar los factores de riesgo que influyen en la conducta infantil.

Casos reales como el de Derek, un adolescente de 14 años detenido en Tabasco, y el llamado “niño Dexter” en Tecate, fueron expuestos como ejemplos de cómo los medios y autoridades contribuyen a la criminalización de la niñez, ignorando los contextos de violencia, abandono y desigualdad que moldean estas conductas. “En México es más fácil criminalizar la conducta de Derek que voltear a ver todos los factores que influyeron para que tuviera ese tipo de comportamiento”, afirmó.

La criminóloga con más de veinte años de experiencia en el ámbito preventivo abordó el impacto de las etiquetas sociales en la vida de las personas desde la infancia. “Es muy frustrante que incluso hoy en día, a tu edad, haciendo lo que estés haciendo, todavía te sigan viendo como ese niño o esa niña con esa etiqueta”, expresó, reconociendo que muchas etiquetas limitan el desarrollo personal y profesional, especialmente cuando se combinan con entornos familiares y sociales adversos.

La también abogada por la Universidad de Guadalajara explicó que las intervenciones preventivas deben estar fundamentadas en el respeto a los derechos humanos, no en prejuicios. “Si nosotros de entrada ya podemos observar a las niñas y a los niños como futuros victimarios, eso me va a impedir verlos como víctimas hoy”, advirtió. Recordó que el 98% de las personas privadas de la libertad tienen antecedentes de violencia, abuso o abandono en su infancia, lo que refuerza la necesidad de intervenciones tempranas.

Madero Plascencia subrayó que el marco legal mexicano, desde el Artículo 1º de la Constitución, hasta la Ley General de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes, obliga a todos los ciudadanos a velar por la seguridad e integridad de los menores, reconocidos como grupos vulnerables por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.

Por su parte, el licenciado Carlos Sebastián Vidaure Gutiérrez, coordinador Académico de Ciencia Forenses en la Universidad de Tijuana, compartió su reflexión sobre la conferencia. Mencionó que la maestra Marisol Madero, como primera conferencista del Congreso Nacional de Ciencias Forenses, ha destacado el papel de la educación en la construcción de entornos justos, inclusivos y respetuosos de la dignidad humana.

Subrayó que una criminóloga con enfoque en derechos humanos debe priorizar la formación ética, el pensamiento crítico y la comprensión del contexto social del individuo antes que la criminalización. Asimismo, enfatizó la responsabilidad de las instituciones educativas en formar profesionales sensibles a las desigualdades estructurales y comprometidos con la promoción de la equidad, la justicia social y el trabajo integral. “Su mensaje fue claro: la sinergia es posible gracias a la educación en prevención”.

Al concluir la conferencia, la Rectora del Sistema CUT, maestra Yeni Marmolejo Mariscal, entregó un reconocimiento a la maestra Marisol Madero Plascencia, agradeciendo su valiosa participación y el compromiso demostrado con la formación de los futuros profesionales de las ciencias forenses.