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Ejercicio en el embarazo: Beneficios físicos y emocionales para la madre gestante

  • Una conferencia que integró ciencia, práctica clínica y formación profesional

Tijuana, B. C., a 08 de agosto de 2025.- En el segundo día de actividades de la 6ta. Jornada de Nutrición «Encuentro Interdisciplinario de Nutrición Materno Infantil», organizado por la Coordinación Académica de Nutrición de la Universidad de Tijuana CUT, se llevó a cabo la conferencia «El rol del ejercicio en el embarazo. Beneficios y recomendaciones», impartida por el doctor Carlos Alberto Montes Monroy, especialista en Medicina Física y Rehabilitación.

Ante la asistencia de estudiantes y docentes de los Campus Altamira y Oriente, el especialista ofreció una exposición integral sobre el impacto del ejercicio en la salud física, emocional y metabólica de la mujer gestante, respaldada por evidencia científica y guías clínicas internacionales.

Durante su intervención, el doctor Montes Monroy explicó que el ejercicio, cuando es planificado y adaptado a las condiciones individuales de cada paciente, no solo es seguro, sino altamente beneficioso. Entre sus efectos positivos destacó la prevención de cuadros de hipertensión fisiológica, el control de la ganancia de peso —idealmente entre 7 y 9.5 kilogramos— y la preparación del cuerpo para un parto vaginal, que debería ser la vía de nacimiento en aproximadamente el 80% de los casos.

Actividades como caminar, nadar o andar en bicicleta fueron mencionadas como ejemplos de ejercicio aeróbico seguro, mientras que el yoga y los ejercicios de flexibilidad y coordinación fueron recomendados por su alta tolerancia y beneficios musculoesqueléticos.

El especialista también abordó el papel del ejercicio en la salud mental, especialmente en la prevención del “baby blues” y otros estados emocionales del postparto, gracias a su influencia en neurotransmisores como la serotonina y la dopamina.

Subrayó que el ejercicio debe tener una intensidad ligera a moderada, evitando rutinas de alta exigencia como el entrenamiento tipo HIIT o crossfit, salvo que la paciente ya las practicará antes del embarazo y no existan contraindicaciones médico-obstétricas. Herramientas como la Escala de Borg y el “test de la conversación” fueron presentadas como métodos prácticos para monitorear la intensidad del esfuerzo físico.

Montes Monroy enfatizó la necesidad de una evaluación clínica antes, durante y después del embarazo, así como la importancia de adaptar el ejercicio según la semana gestacional. También recomendó evitar deportes de contacto y prestar atención a signos de alerta como mareos, palpitaciones o dolor en el pecho, que podrían indicar condiciones como anemia o alteraciones cardiovasculares. En estos casos, insistió en la importancia de referir al paciente para valoración médica inmediata.

En la presentación de la ponencia incluyó ejemplos de progresión del ejercicio, destacando la necesidad de intercalar actividades para mantener la adherencia, especialmente en pacientes sedentarios. Se abordaron estrategias como el acompañamiento comunitario, el uso de telesalud y el fortalecimiento de redes familiares para fomentar la continuidad del ejercicio. Incluso con menos de 150 minutos semanales, se observan beneficios como la reducción del riesgo de diabetes gestacional, preeclampsia y eclampsia.

El doctor Carlos Alberto Montes presentó evidencia sobre los efectos epigenéticos del ejercicio, incluyendo variaciones en el ADN mitocondrial y mejoras en el desarrollo neuromotor infantil. También habló del rol de las miosinas, moléculas generadas durante el ejercicio que tienen efectos antiinflamatorios y protectores a nivel placentario. El ejercicio en el embarazo no solo mejora la salud física y emocional de la madre, sino que también tiene un impacto positivo en el desarrollo del bebé.

En este contexto, destacó el papel de la telesalud como herramienta accesible y eficaz para el monitoreo remoto, reduciendo barreras logísticas y económicas. Además, se abordaron los beneficios de ejercicios anaeróbicos y de fortalecimiento muscular, que suelen estar subestimados en mujeres embarazadas. Se mencionaron también los ejercicios acuáticos, que gracias al principio de Arquímedes permiten reducir el impacto del peso corporal, favoreciendo la movilidad y el confort, siempre con precauciones para evitar caídas o lesiones.

En cuanto al postparto, recomendó retomar la actividad física lo antes posible, siempre de forma individualizada según el tipo de parto y recuperación. Advirtió que el reposo prolongado durante la cuarentena puede contribuir al sobrepeso y otros problemas metabólicos. También se mencionó que el ejercicio no está contraindicado durante la lactancia materna, aunque puede causar molestias por congestión vascular mamaria, por lo que se sugiere realizar una extracción previa si es necesario.

Hizo especial énfasis en la importancia de una prescripción profesional del ejercicio, que incluya tipo, objetivo, modalidad, intensidad, duración y frecuencia. Esta estructura permite garantizar seguridad y efectividad, tanto en mujeres gestantes como en cualquier otra población. Se reiteró que el trabajo multidisciplinario es esencial, especialmente en casos de obesidad o condiciones médicas previas, y que la supervisión continua es clave para adaptar el ejercicio a las necesidades reales de cada paciente.

El especialista dijo que el ejercicio también actúa como modulador de procesos inflamatorios, ayudando a reducir la presencia de radicales libres y marcadores como interleucinas y factores de crecimiento que, en exceso, pueden generar complicaciones durante el embarazo. Estos efectos antiinflamatorios contribuyen a mejorar el patrón placentario y a prevenir enfermedades crónicas asociadas a la gestación.

Además, el doctor Montes destacó los cambios epigenéticos que el ejercicio puede inducir, afectando positivamente la expresión genética, incluso a nivel del ADN mitocondrial, que se hereda exclusivamente de la madre. Señaló que estas variaciones mitocondriales tienen implicaciones en el desarrollo celular y metabólico tanto de la madre como del bebé. Uno de los hallazgos más relevantes presentados fue el impacto del ejercicio en el desarrollo neuromotor infantil.

Las madres que realizaron ejercicio durante más de cuatro meses mostraron beneficios significativos en el desarrollo de sus hijos, lo que refuerza la idea de que el ejercicio no solo tiene efectos físicos y emocionales inmediatos, sino también beneficios a largo plazo en la salud del recién nacido.

Con esta exposición, el doctor Carlos Montes cerró su participación en la 6ta. Jornada de Nutrición, dejando a los asistentes una profunda reflexión sobre el papel del ejercicio como herramienta preventiva, terapéutica y promotora del bienestar en el embarazo. Al finalizar la conferencia, la maestra Dalia Lizeth Villanazul Gastélum, Coordinadora Académica de la Licenciatura en Nutrición de la Universidad de Tijuana, hizo entrega de un reconocimiento al doctor Carlos Alberto Montes Monroy como muestra de agradecimiento por su valiosa participación.