CUT Universidad sede del festival cultural Mirandas Fronterizas
Tijuana, B. C., a 17 de noviembre del 2018.- La Universidad de Tijuana CUT fue sede de la 5ta Edición del Festival Cultural Miradas Fronterizas al que asistieron alumnos de las diferentes Licenciaturas de esta casa de estudios.
El programa contemplo dos mesas de reflexión, la primera con el tema «El contexto migratorio y el trabajo de organizaciones de la sociedad civil», los participantes hablaron sobre el tema de la migración y los obstáculos que enfrentan al vivir esta situación.
Nancy Landa comentó que el motivo por el que se hizo voluntaria fue el movimiento migratorio de los haitianos en Tijuana, cuando sintió la necesidad de acercarse al Desayunador del Padre Chava, en ese tiempo tuvo oportunidad de conocer a mujeres con las que compartió y creó un grupo de ayuda para mujeres migrantes.
Adriana Reyna detalló cómo la comunidad haitiana ha venido enfrentando todo un proceso de cambio y evolución para adaptarse a Tijuana e integrarse al modo de vida en México, sobre todo porque ellos llegaron a esta región del país con la idea de vivir el “sueño americano”.
Sobre el tema de la caravana de migrantes centroamericanos que recientemente llegó a Tijuana, Reyna pidió a la sociedad informarse y no dejarse llevar por lo que escuchamos sin fundamentos, sino realmente conocer de cerca a las personas y sus necesidades. “Estamos sorprendidas de las reacciones de los medios y de la información no documentada”.
Otra de las participantes, Nancy Perez, originaria de Guatemala, mencionó que se dio a la tarea de crear la organización Jóvenes por el cambio, precisamente para contribuir en las problemáticas sociales. Comentó que al inicio de su trabajo social recibió palabras de desánimo pero eso mismo la impulsó a seguir adelante y mantenerse firme en su proyecto.
Paulina Olvera, de Espacio Migrante, platicó que esta organización comenzó en 2012, con un grupo de jóvenes que actúan y ayudan a los migrantes que llegan a Tijuana. Invitó a los presentes para sumarse a las labores que realiza Espacio Migrante en apoyo a las personas que son deportadas o se ven en la necesidad de abandonar sus lugares de origen.
“Mientras más dura se hace la frontera, más gente se queda de este lado” sostuvo Olvera, tras precisar que su organización está asociada con distintas empresas locales que trabajan en favor de los migrantes. También hizo referencia al intercambio cultural que se genera con la población migrante y el papel que juegan las Universidades al abrir sus espacios en apoyo a actividades como la que hoy nos reúne aquí.
La segunda mesa analizo el tema «Diversidad migrante» donde Jenn Tyburczy, fungió como moderadora y participaron Tita Viveros, activista por los derechos de personas de la comunidad LGBTI, así como también Miguel Lucero, activista, antropólogo social y maestro en sociología.
Tita Viveros habló sobre la discriminación que viven las personas de la comunidad LGBTI, tanto fuera o dentro de la caravana migrante. Tocó el tema específico de las personas transgénero, cuando se comenta si es hombre transgénero no hay problema, pero si se trata de una mujer pueden llegar a sufrir violencia y hasta perder la vida, por el simple hecho de vestir o lucir femeninas.
Tita describe cómo al interior de los albergues las personas con diferente preferencia sexual sufren de discriminación, como ejemplo citó que se les impide entrar a los sanitarios si es una “mujer trans”, no puede entrar al baño de mujeres porque no es su género biológico. Dice que es una cuestión de cultura e ignorancia que se vive el país, esto se debe en su mayoría por el gobierno conservador y también por cuestiones religiosas, ya que las personas que atienden los comedores públicos pertenecen a alguna religión en la que la comunidad LGBTI no es bien vista.
Miguel Lucero relata lo difícil que es para una persona emigrar a un país completamente desconocido, muchos de ellos lo hacen por cuestiones de violencia, incluso comentó sobre el caso de una mujer que huía de su ex pareja y a pesar de traer heridas en el cuerpo, no aceptaron que huyera de su país, porque no tenía las suficientes pruebas para comprobar que lo que decía era verdad.
Otro aspecto a considerar es la documentación que portan al abandonar el lugar de procedencia, ya que para el proceso de asilo tarda al menos 60 días en Tapachula, y se ven en la necesidad de buscar trabajo y lo único que consiguen es un lugar donde les pagan cincuenta pesos por jornadas de diez horas de labor intenso.
Al finalizar los paneles de reflexión, se hizo una representación teatral «Juventud y migración» con Nancy Perez, William Perez y Esteban Sandoval, originarios de Guatemala.
El personaje principal de nombre Teófilo, debido a que su madre enferma de cáncer, se ve obligado a cruzar ilegalmente a los Estados Unidos, en donde escapa de la policía pero enfrenta otro tipo de adversidades que lo obligan a caer en las redes de un grupo delictivo que se dedica al tráfico de órganos, por lo que Teófilo es asesinado. Al concluir la obra, los tres actores guatemaltecos cierran con la interrogante: ¿Quién ayudará a los migrantes?