Clausura del Congreso Regional de Educación y Psicopedagogía
- Fue un espacio de diálogo interdisciplinario y construcción de saberes desde la experiencia
Tijuana, B. C., a 10 de octubre de 2025.- Con la participación activa de docentes, investigadores y estudiantes, concluyó el Congreso Regional de Educación y Pedagogía, organizado por la Universidad de Tijuana CUT.
El Congreso fue organizado por la Coordinación Académica de la Licenciatura en Ciencias de la Educación, en colaboración con la Escuela Normal que incluye las Licenciaturas en Educación Preescolar y Educación Primaria; dicho evento se consolidó como un espacio de diálogo interdisciplinario, donde se abordaron temas clave para la mejora de los procesos formativos, la práctica docente y la comprensión de los fenómenos educativos desde diversas perspectivas.
Durante el cierre del evento, se destacó que este Congreso no sólo marca el fin de un ciclo académico, sino también el inicio de nuevas rutas de pensamiento y acción para estudiantes y docentes. Se invitó a los asistentes a llevar consigo una profunda reflexión sobre su papel en el ámbito educativo ya sea desde la mirada del aprendiz o desde la responsabilidad del formador.
Uno de los momentos más significativos fue la intervención del doctor Jorge Mario Flores Osorio, director de la Unidad Transdisciplinar de Investigación y docente de Posgrado en la Universidad de Tijuana. En su discurso, el doctor Flores subrayó la importancia de los espacios extracurriculares como escenarios privilegiados para el aprendizaje genuino, donde la socialización y el intercambio de ideas enriquecen la formación más allá de los contenidos curriculares.
“Los mejores lugares para aprender no siempre están en el aula. Son estos espacios académicos donde escuchamos otras voces, otras experiencias, y donde el conocimiento se construye desde la diferencia”, expresó el académico e investigador.
Asimismo, destacó que el valor del Congreso no reside únicamente en los contenidos compartidos, sino en el sentido personal que cada participante otorga a lo vivido, en función de sus propias historias, trayectorias y proyectos de vida. En este contexto, se abordaron temas como la constitución psicológica del individuo, la diversidad en los procesos de formación, y el papel del autocuidado en la educación contemporánea.
El doctor Jorge Mario Flores abordó una dimensión menos explorada, pero de gran relevancia: la diversidad en el funcionamiento del cuerpo y su impacto en los procesos de aprendizaje y enseñanza. Con un tono cercano y provocador, compartió experiencias personales que invitan a repensar las lógicas homogéneas que muchas veces se imponen en el ámbito educativo.
“Yo fui un niño hiperactivo, ahora soy un viejito hiperactivo. Mi organismo funciona diferente, y eso no me hace mejor ni peor que otros. Simplemente es distinto”, comentó, aludiendo a cómo las diferencias fisiológicas influyen en la energía, la resistencia y la forma en que cada persona vive su formación.
A través de ejemplos como los atletas jamaicanos o las corredoras tarahumaras, el académico ilustró cómo las capacidades no son únicamente culturales o técnicas, sino también biológicas y contextuales, y que pretender que todos los estudiantes o docentes responden igual ante las exigencias académicas es desconocer esa diversidad.
También hizo énfasis en la importancia de la coherencia entre el ser estudiante y el ser docente, cuestionando prácticas comunes como la falta de respeto al espacio de clase, y proponiendo una visión más flexible pero comprometida del rol del profesor:
“No basta con tener técnicas para enseñar, si no hay conocimiento que las sustente. Y si no lo tengo, alguien puede ayudarme. Lo importante es saber qué poner en la planificación, no solo saber planificar”, afirmó.
El doctor Flores Osorio compartió su inquietud sobre el uso indiscriminado del concepto de “salud mental” en el discurso educativo, señalando la necesidad de diferenciarlo de lo psicológico y de construir definiciones más rigurosas desde la investigación.
“Los psicólogos han sido empujados a estudiar la salud mental sin saber qué es lo mental ni qué es la salud. Estas actividades me permiten pensar y escribir sobre esas diferencias”, enfatizó.
También dedicó unas palabras de agradecimiento a los colegas que lo acompañaron en el Congreso, entre ellos Juan Carlos González, Liliana Calle, Tomás Ávila, Iliana Cuenca, Raúl Solorio y Lorena Pulido, reconociendo el valor de la comunidad académica y el compromiso humano que la sostiene.
El Congreso fue un punto de encuentro para docentes, investigadores y estudiantes, quienes compartieron visiones diversas sobre la educación, la pedagogía y la psicología, reafirmando el compromiso de la Universidad de Tijuana con la formación integral, crítica y humanista.