CUT realiza Jornada de Prevención del Suicidio para fortalecer la salud mental en jóvenes
- Especialistas y familias dialogan sobre violencia, consumo de drogas y señales de alerta para prevenir conductas de riesgo
Tijuana, B. C., a 03 de diciembre de 2025.- La Universidad de Tijuana CUT dio la bienvenida a estudiantes, padres de familia, docentes y personal administrativo en la Jornada de Prevención del Suicidio, un espacio de reflexión y diálogo sobre los factores sociales que inciden en conductas de riesgo entre jóvenes.
El objetivo principal de esta iniciativa es generar estrategias de prevención y fortalecer la colaboración entre escuelas y familias, promoviendo entornos seguros y saludables para la comunidad universitaria.
La primera actividad del programa fue el «Diálogo: La familia y la prevención de conductas de riesgo», con la participación de especialistas en salud mental y académicos. Durante la apertura, la doctora Lorena Pulido Ríos destacó la preocupación institucional por el aumento de conductas de riesgo en adolescentes y jóvenes, subrayando la necesidad de replantear programas de apoyo y atención.
“Estamos convencidos de que el bienestar psicológico de nuestros estudiantes requiere un trabajo colaborativo entre escuela y familia”, señaló.
Familia, violencia y factores de riesgo
El encuentro contó con la intervención del académico, doctor Raúl Solorio, quien abordó la importancia de cuidar los proyectos familiares, equilibrando la autonomía individual y la vida en común. Advirtió sobre las amenazas externas que enfrentan los jóvenes y la necesidad de mantener una vigilancia activa para proteger el bienestar familiar.
“La educación exige paciencia y perseverancia: no a la primera los hijos harán lo que soñamos, pero debemos ser constantes para guiarlos hacia una vida mejor”, enfatizó.
Por su parte, la licenciada María Magdalena Bautista Ramírez, directora general del Centro de Justicia para las Mujeres del Estado de Baja California, profundizó en el tema de la violencia familiar y su relación con el riesgo de suicidio en adolescentes.
Explicó que la violencia no se limita a los golpes visibles, sino que incluye agresiones físicas, psicológicas, económicas, sexuales y patrimoniales. De acuerdo con datos del INEGI, 7 de cada 10 mujeres han vivido algún tipo de violencia a lo largo de su vida, siendo la psicológica la más frecuente dentro del hogar. Este tipo de violencia deteriora la autoestima y la seguridad personal, generando efectos emocionales graves que pueden derivar en depresión, crisis y, en casos extremos, ideas suicidas.
La especialista subrayó que la violencia familiar es un problema de salud pública que requiere atención conjunta entre familias, instituciones y autoridades. “Es fundamental reflexionar no solo sobre si somos víctimas, sino también si estamos ejerciendo violencia hacia quienes conviven con nosotros”, puntualizó.
En este contexto, se destacó que Baja California se encuentra entre los 10 primeros lugares a nivel nacional con los más altos índices de violencia familiar, lo que refuerza la urgencia de abordar este problema.
Consumo de drogas y señales de alerta
La maestra María Idalia Vásquez Leyva, dirección de Centros de Integración Juvenil Unidad Soler, abordó el impacto del consumo de drogas como factor de riesgo para el suicidio. Explicó que las sustancias alteran el funcionamiento cerebral, afectan la toma de decisiones y aumentan la vulnerabilidad emocional.
“El consumo de alcohol y otras drogas no solo incrementa la violencia, sino que también agrava síntomas de depresión y ansiedad, favorece el aislamiento social y puede inducir pensamientos suicidas”, señaló.
Además, advirtió que la tolerancia familiar al consumo es un factor determinante: “Si en casa se normaliza el uso de alcohol o tabaco, el riesgo de que los jóvenes lo adopten es mucho mayor”.
La doctora Ruth Castillo Chávez, médico adscrito del servicio de psiquiatría en el Hospital de Especialidades del Estado desde hace 25 años, compartió señales de alerta para identificar problemas emocionales en adolescentes, como irritabilidad excesiva, impulsividad, aislamiento social y conductas autolesivas.
“Si detectamos una sola cortada, no minimicemos; es una señal grave”, advirtió.
También destacó cambios en el apetito, alteraciones del sueño por uso excesivo del celular y disminución en el rendimiento académico como focos rojos. “No se trata de juzgar, sino de actuar y pedir ayuda profesional”, enfatizó.
Un llamado a la acción
La doctora Lorena Pulido cerró la sesión recordando que la familia es la base de la constitución del ser humano: “Puede ser nuestra fortaleza, pero también nuestra debilidad. Por eso debemos reflexionar sobre cómo estamos contribuyendo a la formación emocional de nuestros hijos”, resaltó.
La mesa de diálogo concluyó con preguntas y comentarios de los padres asistentes, así como la entrega de reconocimientos a los expositores.
Este esfuerzo forma parte del compromiso de la Universidad de Tijuana CUT por promover la salud mental y prevenir conductas de riesgo en la comunidad educativa. Las actividades continuarán con varias conferencias dirigidas a estudiantes, docentes, administrativos y padres de familia, reafirmando la importancia de la prevención y el acompañamiento familiar.
