Masa muscular como factor clave en la fertilidad femenina
- Participación de la doctora Paloma Martínez en la 6ta. Jornada de Nutrición del CUT
Tijuana, B. C., a 08 de agosto de 2025.- Bajo el tema «Impacto de la composición corporal en la fertilidad: La importancia de la masa muscular», la doctora Paloma Lucero Martínez García, participó en la 6ta. Jornada de Nutrición «Encuentro Interdisciplinario de Nutrición Materno Infantil», organizado por la Universidad de Tijuana CUT. En este espacio abordó la estrecha relación entre la salud corporal y la capacidad reproductiva femenina.
La especialista en nutrición y ciencias de la conducta subrayó que la fertilidad no solo implica la capacidad de concebir, sino también de llevar a término un embarazo de forma saludable. En este sentido, destacó el papel fundamental de los profesionales de la nutrición en el acompañamiento integral de las mujeres que buscan embarazarse, ayudándolas a prevenir complicaciones como la preeclampsia o la diabetes gestacional.
Uno de los ejes centrales de su exposición fue el análisis de los factores que influyen en la fertilidad: calidad de los óvulos, ovulación, salud uterina, equilibrio hormonal y estado general de salud. La doctora Martínez explicó que el estilo de vida, especialmente el nivel de actividad física y la composición corporal, puede afectar significativamente estos factores.
La doctora Paloma Martínez enfatizó que la composición corporal debe entenderse como la proporción de masa grasa, masa muscular, masa ósea y agua corporal. Señaló que los rangos saludables de grasa corporal en mujeres se sitúan entre el 20% y el 30%, mientras que un porcentaje entre 30% y 35% se considera sobrepeso, y por encima de 35%, obesidad. En el caso de atletas, los niveles pueden oscilar entre el 14% y el 20%.
Además, cuestionó el uso del índice de masa corporal (IMC) como único indicador de salud, afirmando: «No podemos aceptar diagnósticos basados únicamente en peso y estatura. Sin conocer la composición corporal, no es posible emitir una evaluación precisa. Necesitamos saber cuánto músculo y cuánta grasa tiene una persona para poder orientar correctamente su salud».
Respecto a la masa muscular, recomendó que las mujeres mantengan un porcentaje entre 24% y 30%, especialmente a partir de los 35 años, edad en la que comienza a disminuir de forma natural. Este mantenimiento es clave no solo para la fertilidad, sino también para prevenir enfermedades como hipertensión y ciertos tipos de cáncer. Subrayó que no basta con seguir un plan de alimentación saludable si no se acompaña de actividad física regular, ya que el ejercicio es indispensable para desarrollar y conservar masa muscular.
La conferencia también abordó el papel de las hormonas en la fertilidad y cómo la composición corporal influye directamente en su producción y regulación. Las grasas son precursoras hormonales esenciales para la síntesis de estrógenos y testosterona. El colesterol, lejos de ser un enemigo, es necesario en cantidades adecuadas para el funcionamiento hormonal. Además, la distribución de la grasa corporal está influenciada por hormonas como la insulina, leptina, estrógeno y testosterona.
La doctora Martínez García explicó que los estrógenos se producen en los ovarios, las glándulas suprarrenales y el tejido adiposo, el cual convierte hormonas precursoras en estrógenos activos mediante el proceso de aromatización. Por ello, mantener un porcentaje de grasa dentro de rangos saludables es crucial para el equilibrio hormonal y la correcta ovulación, regulada por el eje hipotálamo-hipófisis-ovario.
Se discutieron también las consecuencias de un porcentaje de grasa elevado, como el desequilibrio hormonal que puede interferir en la producción de estrógeno y progesterona, afectando la ovulación. La obesidad puede generar resistencia a la insulina, lo que puede derivar en síndrome de ovario poliquístico, una causa común de infertilidad.
Por otro lado, un porcentaje de grasa demasiado bajo también representa riesgos. Mujeres con bajo peso pueden experimentar amenorrea (ausencia de menstruación), lo que indica que el cuerpo percibe un estado de desnutrición y suprime la ovulación. La especialista compartió un dato curioso: mujeres que compiten en fisicoculturismo, al alcanzar porcentajes de grasa extremadamente bajos, pierden temporalmente su ciclo menstrual, lo que demuestra que los extremos no son saludables.
«No buscamos cuerpos delgados, buscamos cuerpos fuertes. La vejez digna se construye desde ahora, con músculo y con un porcentaje de grasa saludable», afirmó la doctora Martínez.
Se presentó evidencia científica sobre los beneficios de la actividad física en la salud femenina. Comparando mujeres activas con inactivas, se observó una reducción del riesgo de mortalidad prematura en 45%, enfermedad cardiovascular 50%, ataque cerebrovascular hasta 60%, hipertensión 50% y diabetes tipo 2 en 50%.
Durante el embarazo, la actividad física también es crucial: ayuda a mantener una ganancia de peso saludable, mejora la postura y el equilibrio, reduce complicaciones como la diabetes gestacional, facilita el trabajo de parto y acelera la recuperación postparto.
Antes de concluir su participación, la doctora Paloma Martínez dirigió un mensaje a las y los futuros profesionistas de la nutrición: “Uno de los errores más grandes que podemos cometer es pensar que al terminar la carrera ya lo sabemos todo. En nutrición, como en cualquier profesión, especialmente en el ámbito clínico, asumir que no hay más por aprender es una postura peligrosa. La ciencia avanza, los cuerpos cambian, y las necesidades también. Por eso, debemos mantenernos en constante actualización, con humildad y compromiso, para brindar una atención ética informada y verdaderamente útil a nuestros pacientes”.
Al finalizar la conferencia, la maestra Dalia Lizeth Villanazul Gastélum, Coordinadora Académica de la Licenciatura en Nutrición en la Universidad de Tijuana, entregó un reconocimiento a la doctora Paloma Lucero Martínez García, destacando la relevancia de su aportación para la formación integral de los futuros profesionales de la salud.