Termina en CUT curso de “Escuela para Padres”

  • Dirigido a papás de estudiantes de nuevo ingreso a Preparatoria

Tijuana, B. C., a 21 de agosto de 2017.- Con el propósito de fomentar un intercambio de experiencias, aprendizaje y la oportunidad de hacer cambios para mejorar la comunicación con y del adolescente, tuvo lugar el curso de Escuela para Padres en turno matutino y vespertino de la Preparatoria de la Universidad de Tijuana CUT.

Así lo dio a conocer la psicóloga y orientadora educativa de Preparatoria María del Rocío Vázquez Esquivel tras precisar que a través de este tipo de actividad se busca también promover otras perspectivas de aprendizaje y se refuerza el acompañamiento asertivo entre padres e hijos con el propósito de convertirse en mejores guías.

El curso tuvo una duración de tres días en los que se abordaron temas relacionados con el reconocimiento a la labor que realizan los padres con sus hijos, el perdón hacia sí mismos, autoestima, salud física y emocional de los padres, la necesidad imperante de valorarse, nutrirse en todos los aspectos, aceptarse como individuos que se equivocan, cuyos aciertos con y deben ser preponderantes en ellos y en consecuencia en sus hijos.

La orientadora educativa de la Preparatoria de la Universidad de Tijuana CUT mencionó que uno de los objetivos de Escuela para Padres es hacer consciente en los papás que el amar, nutrir, cuidar, respetar su persona y al medio que los rodea, permite mostrar a los muchachos qué modelo o camino tomar y cómo hacerlo.

“Los humanos por naturaleza somos imitadores desde temprana edad y nunca dejamos de hacerlo, lo podemos ver claramente en las modas, estilos de vida, entre otras conductas que adoptamos como sociedad”, sostuvo Rocío Vázquez.

Explicó que una vez que los padres toman consciencia de su valor y actúan en consecuencia, los muchachos los observan, aprenden a amarse, cuidarse y respetarse, “se dan cuenta que las imágenes y estereotipos que ofrecen los medios de comunicación no tienen nada que ver con la realidad, ellos -los adolescentes- sí son reales, son su realidad y también la nuestra”.

Al entender ésta realidad, dijo Rocío Vázquez, se toma conciencia de la responsabilidad que esto implica, sobre la función que realizamos como adultos y padres, para que los jóvenes  se sientan respaldados, seguros y con autoestima, así como la importancia de la orientación efectiva a través de valores, límites, reglas y consecuencias apropiadas hacía los hijo. Se toman en consideración sus necesidades, personalidad y contexto, particularmente porque ningún hijo es igual a otro, lo que será determinante para su sano desarrollo.

“La temática de dicha curso fue fundamental tanto para conocer los tipos de padres que existen, como el impacto que sus conductas ejercen en los adolescentes al poner o no en práctica una educación eficaz”, sostuvo la psicóloga Rocío Vázquez Esquivel.

Otros temas importantes que también se abordaron fueron duelo en los adolescentes, sexualidad, adicciones (al alcohol, drogas, celulares y videojuegos), acoso escolar, uso de redes sociales, sexting y grooming; sin dejar de lado la etapa de desarrollo cerebral, esto último es imprescindible, porque al comprender que el cerebro de los adolescentes se encuentra en la última fase de desarrollo, los papás reflexionan y comprenden mejor la conducta a veces impulsiva de los jóvenes, cuya consciencia apenas empieza a dar sus primeros pasos, a experimentar y a enfrentar los resultados de las decisiones que toma.

Para consolidar los temas vistos, se finalizó con una técnica grupal reflexiva a la que se incorporaron los hijos. A través de ésta técnica se busca sensibilizar con el siguiente mensaje:

“Si los adultos nos conducimos de manera constructiva y congruente, habrá una tendencia similar en los muchachos de manera generacional, esto abrirá la puerta a un cambio social, que podrá fortalecerse una vez que los adultos hemos aprendido a escuchar sin juzgar, a interpretar el lenguaje de los adolescentes y a respetarlos. El amor, la paciencia y tolerancia de todos los miembros de la familia será crucial para lograrlo. Nunca seremos más entusiastas, altruistas, leales, ni tendremos tantos sueños como cuando fuimos adolescentes”, concluyó.